La entrada de Más País, partido liderado por Íñigo Errejón, en el panorama de la política estatal, no evitaría que el PSOE y Pedro Sánchez dependieran de los partidos independentistas y nacionalistas de cara a una investidura después de la repetición electoral del 10-N en unos comicios donde la participación sería del 68,6%, un 7% menos de participación que el 28-A, según la encuesta de Key Data para el diario Público.

De hecho, la suma entre PSOE, Más País y Podemos llegaría a los 168 escaños, tres diputados más que a los comicios del 28 de abril pasado, y por lo tanto se quedaría en 8 sillas de llegar a la mayoría absoluta. Los independentistas, por su parte, perderían sólo un escaño ya que JxCat se quedaría con los 7 que tiene actualmente y ERC en perdería 1, quedándose con 14 diputados.

Por su parte, el PSOE, a pesar de perder unos 700.000 votos según la encuesta, conseguiría sumar un escaño, subiendo hasta los 124. Podemos y sus coaliciones volverían a perder escaños y bajarían hasta los 34 diputados, ocho menos que el 28-A, bajada que compensaría Más País, que entraría con fuerza en el Congreso con 10 diputados.

El PP saldría del pozo

Los partidos de derechas, según la encuesta, invertirían las tendencias que los llevaron al 28 de abril, y el PP saldría del pozo ganando 27 escaños en el Congreso. La formación de Pablo Casado conseguiría un total del 93 escaños, dejando atrás el peor resultado de su historia.

Esta subida del Partido Popular, iría, mayoritariamente, en detrimento de los escaños de Ciutadans y Vox, que se quedarían con 36 (57 en el 28-A) y 19 (24) escaños respectivamente. Ahora bien, la formación de Albert Rivera sería la formación más perjudicada ya que no sólo perdería 21 diputados, sino que también perdería 1.350.000 votos en estos nuevos comicios. La mayoría de los votos perdidos, 430.000 irian a la abstención, y los partidos más beneficiados serían el PP i PSOE. El resto de votantes perdidos se dividirían entre Vox y Más País.

Los partidos nacionalistas vascos, por su parte también perdería un escaño ya que el PNV conseguiría mantener a sus 6 parlamentarios, pero Bildu perdería a uno y caería hasta los 3 escaños.