El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha desestimado la petición de recusación presentada por el president de la Generalitat, Quim Torra, contra tres magistrados del alto tribunal catalán. Torra los recusó en la nueva causa abierta contra él por desobediencia al no descolgar inicialmente una pancarta a favor de los presos políticos del Palau de la Generalitat. El president alega que los tres magistrados ya participaron en la causa anterior por unos hechos casi idénticos y por los cuales el tribunal lo condenó. Tanto la Fiscalía como los propios afectados se opusieron a las causas de recusación alegadas por la defensa de Torra y ahora el TSJC les ha dado la razón.

Según el tribunal, los tres magistrados recusados no tienen ninguna falta de imparcialidad por haber participado en la anterior causa, ya que, aunque son similares, no es la misma ni tienen conocimiento previo de la actual. Además, la anterior causa era para retirar lazos amarillos y esteladas de los edificios de la Generalitat, orden dada por la Junta Electoral Central en marzo, y la actual es por desobedecer la orden directa del mismo TSJC para descolgar una pancarta a favor de los presos políticos el pasado mes de septiembre. Tampoco es causa de recusación las declaraciones públicas del presidente del tribunal, Jesús María Barrientos, en contra del procés independentista, dice el TSJC.

Los tres incidentes de recusación son contra los magistrados Jesús María Barrientos, Mercedes Armas y Carlos Ramos. Ramos, de hecho, ha sido designado instructor de la nueva causa y los tres han sido los encargados de admitirla a trámite proveniente de la sala de lo contencioso administrativo. El origen es una denuncia de Impulso Ciudadano. Los incidentes de recusación argumentan que los tres ya participaron en un procedimiento anterior muy similar al actual, ya que si bien en aquella ocasión se trataba de una desobediencia a la Junta Electoral Central, ahora se trata de lo mismo pero en relación a una resolución judicial. "Parece que la diferencia es mínima", dice. Además, el objeto de la investigación es el mismo, continúa, "la negativa de Torra a retirar de la fachada del palacio una pancarta".

Por el caso concreto de Barrientos, la defensa añade también algunos otros argumentos que ya utilizó para intentar recusarlo en la anterior causa, como declaraciones que ha hecho sobre el independentismo o los lazos amarillos, así como su decisión de irse de un acto en que Roger Torrent habló de "presos políticos". A su parecer, eso demuestra su "absoluta falta de imparcialidad objetiva y subjetiva".

Sobre Ramos, que también instruyó el anterior procedimiento y la defensa también intentó recusarlo, el incidente habla de una "enemistad manifiesta", porque ya demostró un "prejuicio previo" en la anterior causa y ahora está "claramente contaminado". Además, apunta que Ramos fue designado a propuesta del PSC en el Parlament, un partido que quiere que Torra dimita y convoque elecciones, alegación que también utilizó para intentar apartarlo anteriormente.