Abandona el secretario de Estado de Hacienda, Héctor Izquierdo, que fue nombrado el pasado 11 de enero, sin haber cumplido cinco meses al cargo. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha anunciado que Izquierdo abandonará el secretariado para ser nombrado mañana comisionado por la Reconstrucción de la Palma en el Consejo de Ministros. De esta forma, Izquierdo ha sido uno de los secretarios de Estado con el mandato más breve que se recuerdan. De hecho, ni siquiera estaba todavía al corriente de todos los asuntos de su despacho, según se desprende de lo que ha transmitido desde el Ministerio de Hacienda y han podido comprobar diferentes colectivos y encargados de trabajos con los cuales tenía que tratar. El candidato que se perfila para sustituir a Izquierdo y acabar con este baile de sillas es el actual director de la Agencia Tributaria, Jesús Gascón, inspector de Hacienda en el cargo desde que el presidente español, Pedro Sánchez, aterrizó en la Moncloa en el 2018.

También suenan otros nombres para tomar posesión del secretariado de Hacienda, como es Gonzalo de Castro, delegado en Catalunya de la Agencia Tributaria y anteriormente director de Gestió, también Soledad Fernández Doctor, delegada de la Agencia Tributaria en Madrid, y el director de la Oficina Central de Grandes Contribuyentes, Manuel Trillo. La plaza que vendrían a cubrir sería, en principio, de poco más de un año en que la actividad sería muy baja, en un momento en el cual el Ministerio de Hacienda tiene paralizada la reforma fiscal y las medidas comprometidas con Bruselas en el Plan de Recuperación en este sentido, a la espera de las cuales mejore la coyuntura lastrada por el incremento de los precios de la energía y por|para la guerra en Ucrania, También se tiene que tener en cuenta la sucesión de elecciones autonómicas, municipales y generales que sucederán a partir de este año, empezando por las andaluzas.

Las elecciones más próximas

El Gobierno se la juega en Andalucía. O así lo ve al menos el PSOE, donde se ha instalado la idea —y el temor— que un mal resultado a los comicios andaluces tendrá un efecto contagiador a las próximas citas electorales. Ante este panorama, tanto en la Moncloa como en las filas socialistas se empiezan a preparar para este escenario y estudian varias maneras de responder. Una de ellas, según explica El Periódico de España, pasaría por una nueva crisis de gobierno y, por lo tanto, implicaría una nueva remodelación del ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez. En este sentido, hay varias posibilidades: que haya una renovación "profunda" del gabinete, una reducción de ministerios que previsiblemente sólo afectaría la parte socialista, relevos puntuales para postular algunos ministros como candidatos a municipales o autonómicas de mayo de 2023 o cambios que alteren las secretarías generales o direcciones de los ministerios, es decir, de rango inferior a los máximos responsables de estas carteras.

En las últimas semanas, el nerviosismo y la sensación de tener que recurrir a un giro para cambiar las malas perspectivas han ganado terreno. Andalucía es un feudo tradicional del socialismo y una derrota contundente en esta comunidad puede determinar sobremanera lo que pueda pasar a las próximas elecciones generales, que tendrían que tener lugar en diciembre de 2023. En este sentido, en Ferraz esperan, al menos, que Juan Espadas —candidato del PSOE a la Junta de Andalucía— obtenga un resultado casi idéntico o mejor en lo que consiguió a Susana Díaz a los comicios de 2018, que supusieron el peor resultado de los socialistas en Andalucía (33 escaños y casi un 28% de los votos). Las encuestas, hasta ahora, no ilustran un buen panorama para Espadas y hay pesimismo. Para citar un ejemplo, Metroscopia publica un sondeo este sábado que deja a los socialistas en segunda posición. También treurien 33 diputados, pero bajarían al 27%. Además, la distancia con Juanma Moreno, que sería el ganador según esta encuesta, sería contundente: 12 escaños y casi 10 puntos porcentuales de voto.