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Si Miquel Iceta tilda de "excéntrica" y "extemporánea" la propuesta de Pablo Iglesias de formar gobierno con diputados de Esquerra Republicana, las CUP y Catalunya Sí que es Pot, y asegura que Iglesias demuestra conocer poco la política catalana, tampoco parece considerar demasiado la idea que Inés Arrimadas todavía sostiene sobre formar gobierno alternativo a Junts pel Sí. Eso, a pesar de felicitar a la candidata de Ciudadanos por su victoria. "Tendría que estar dispuesta a aceptar mi candidatura para ser presidente", puntualiza con un gesto de incredulidad.

De este modo, el único pacto que se presenta posible es el previsto entre Junts pel Sí y las CUP, y la continuidad de Artur Mas queda en manos de las CUP. Ni Ciudadanos, que reclama a Mas que dimita de un cargo que no tiene, ni el PSC, que asegura que ya se abstuvo en el 2012 en su investidura y "no se hizo honor a aquel pacto", facilitarán que sea presidente de la Generalitat.

Socialistas y Ciudadanos parecen condenados a entenderse de cara a las generales. De hecho, Iceta lamenta que no se dé ya en la Comunidad de Madrid, pues, dice, "entre Ángel Gabilondo y Cristina Cifuentes no hay color", pero que "al final las ilusiones se vuelven morcillitas". La formación naranja está decidida a tomar la Moncloa, y por eso ha empezado ya la campaña en las generales, primero con Albert Rivera esta mañana al afirmar que todo empieza el 28-S y que el bipartidismo ha terminado, y después con el avance de Inés Arrimadas en el programa Al Rojo Vivo de La Sexta de un nuevo sistema de financiación autonómica –que, según ha podido saber El Nacional, ya tienen por escrito– que respete el principio de ordinalidad como el de la Alemania federal. Y en eso podría encajar la formación de Pedro Sánchez.

Mirar a Madrid

A Ciudadanos sólo le interesa ser decisivo en Catalunya para las elecciones generales como el PSC lo fue un día en las victorias del PSOE en Madrid. Lo confirma el hecho de que Inés Arrimadas no tenga prisa por formar un gobierno no independentista (a pesar de asegurar que la CUP y Junts pel Sí no se entenderán) y pide la repetición de las elecciones y que no haya hablado todavía con Iceta para hacerle una propuesta en este sentido, a pesar de ser candidato de la tercera fuerza más votada.

Los de Albert Rivera han trabajado durante los últimos tres años para perfilarse como alternativa solvente a Rajoy, algo que Iceta califica de versión renovada del PP. En el Parlamento ha estado especialmente activo en comisiones donde podía proyectar mejor su ideario político de cara al Estado español, como Interior, Asuntos Institucionales, Empresa y Empleo (del cual ha formado parte Inés Arrimadas) o Cultura y Lengua.

La estrategia era presentarse como partido con capacidad de gobierno, defendiendo su política en los plenos en castellano, lo que facilita el trabajo a las televisiones estatales, las cuales no tienen que doblar ni subtitular los cortes en sus informativos. Todo eso, unido a una presencia en las televisiones sin precedentes en un partido autonómico penúltimo en escaños en la cámara (una media de 2-3 entrevistas semanales sólo a Albert Rivera en Telecinco, Antena 3, La Sexta y 13TV), ilustran los objetivos de una formación que empezó en el Parlamento como una trinchera contra la inmersión lingüística.