La partida de Albert Rivera del despacho de abogados Martínez-Echevarría está siendo de todo menos discreta. El exlíder de Ciudadanos alega que el bufete ha incumplido su contrato, por su parte, desde la empresa sostienen que están sorprendidos de la salida de Rivera y decepcionados con su rendimiento. Ahora, el futuro profesional de quien encabezó Cs durante años es una incógnita. Muchos ojos se han agrado inevitablemente hacia el partido Popular, donde algunos exmiembros de ciudadanos ha encontrado refugio en los últimos tiempos. Pero Génova lo tiene claro: "No nos apuesta nada".

No todo el PP tiene animadversión en Rivera. Según publica El Confidencial, entre los populares la valoración de la figura de Albert Rivera es dispar. Del entorno de García Egea se le tiene en buena consideración, pero los críticos con el antiguo líder de Ciutadans proliferan en la organización. Muchos críticos no olvidan cómo "dio alas" a la moción de censura que echó en Rajoy. Al margen de las visiones que hay al partido sobre Rivera, la respuesta de este sobre un posible fichaje es tajante: "Al PP, ni está no se lo espera".

La buena relación de Rivera con algunas de las figuras más destacadas del partido como Pablo Casado o José Luís Martínez-Almeida, no parecen pasar del plano personal. En el PP el que lo preocupa sobre el exlíder de Ciutadans es su futuro profesional. No le auguran ninguno demasiado bueno. En el ámbito de la política lo consideran "quemado", por lo cual no los interesa. Los pronósticos de los populares por Rivera en la empresa privada después de la polémica con el despacho de abogados Martínez-Echevarría.

Una salida pública y escabrosa

El pasado lunes Albert Rivera comunicó que abandonaba su lugar en el bufete de abogados Martínez-Echevarría. El que tendría que haber sido una salida discreta ha acabado siendo uno de los temas que protagoniza la actualidad. Ruvera no se ha marchado solo, lo ha acompañado su exnúmero dos a Ciutadans, José Manuel Villegas, quien acompañó a su antiguo líder a la empresa privada. Los dos dirigentes alegan incumplimiento de su contrato, mientras la empresa está sorprendida por su marcha.

A pesar de la sorpresa inicial, el bufete ha dejado claro que, a pesar de Rivera se marcha por su voluntad, la compañía no estaba satisfecha con su trabajo. "La noticia ha llegado después de varios requerimientos. Hacía meses que le exigíamos un cambio", ha asegurado un portavoz de la firma a El Español. No es que lo presionáramos. Le pedíamos una mejora en todos los estándares que hacen que un despacho de abogados sea de calidad. La exigencia era totalmente razonable", han afirmado fuentes de la empresa. Fuentes del despacho también han declarado a El Confidencial: "Su productividad estaba alcanzando niveles preocupantes, muy por debajo de cualquier estándar razonable".