El Parlament ha condenado este jueves la "brutal violencia policial marroquí y española" en la actuación policial del viernes de la semana pasada en la frontera entre Marruecos y el estado español, en Melilla, cuando varios migrantes probaron a saltar la frontera, unos hechos que acabaron con 37 muertos. Ha sido a través de una declaración de la Junta de Portavoces firmada por ERC, Junts, la CUP y los comuns, mientras que el PSC y los partidos de la derecha han rechazado sumarse a la declaración. Ya el miércoles el pleno empezó con un minuto de silencio y con una declaración de la presidenta, Laura Borràs, condenando la crueldad de los hechos.

En la declaración, que ha leído el secretario tercero de la Mesa, el cupaire Carles Riera, la cámara catalana también expresa su rechazo a la valoración que hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre la actuación, que dijo que había sido "ejemplar". El escrito también considera necesaria una investigación y pide avanzar en la identificación de los cadáveres y en la localización de los familiares, garantizando una "sepultura digna" a través de los servicios consulares españoles en Marruecos. Asimismo, asegura que la situación es consecuencia del cambio de postura de Sánchez delante del Sáhara, y recalca que "la política migratoria de la UE es otra expresión de la dinámica de racismo institucional, que, dado el sustrato antinegro y colonial de Europa, vulnera los derechos más básicos y fundamentales y antepone criterios económicos a la integridad de las personas".

También pide garantizar la seguridad y protección de los derechos humanos de las personas que consiguieron cruzar la valla de Melilla y de las que no lo hicieron y siguen en Marruecos, así como asegurar la adecuada atención sanitaria de los hospitalizados y que las personas que expresan su voluntad de pedir protección internacional puedan acceder a las gestiones. El texto también analiza que los hechos ocurridos vienen dados por las políticas migratorias, y es por eso que pide derogar la ley de Extranjería y que el Gobierno establezca "mecanismos de rendición de cuentas para atribuir responsabilidades de las violaciones, muertes y desapariciones" ocurridas en las vías de acceso.

El PSC cierra filas con Sánchez, que no rectifica

El presidente español, a pesar de las críticas, no ha retirado sus palabras sobre la actuación policial, de la cual se sacudió las culpas, señaló como culpables "las mafias" que trafican con seres humanos y justificó la actuación atribuyendo un carácter violento a los migrantes, aunque sólo llevaban palos y piedras. Ahora el PSC, cerrando filas con su presidente, se ha quedado al lado de Vox, Cs y PP al no sumarse a la declaración de la Junta de Portavoces. En cambio, sus socios de gobierno, los comuns, sí han sido muy críticos con la respuesta de Sánchez, que no comprenden que todavía no haya rectificado: "Es una indecencia y una catástrofe de derechos humanos. Sus palabras son una expresión de racismo institucional y, si no rectifica, aquel bien resuelto lo perseguirá durante su futuro político", dijo el lunes el portavoz de los comuns Joan Mena.