El proceso para tramitar los recursos contra los indultos de los presos políticos ya está en marcha. El Tribunal Supremo empieza a dar curso a todos los requerimientos jurídicos por si se tienen que anular los indultos dados por el Gobierno el 23 de junio o bien si se desestiman los recursos y se mantiene la medida de gracia.

El lunes se hará la diligencia para formalizar la demanda de los que han presentado el recurso. Son Ciudadanos, Vox y el PP. Tienen 20 días para presentarlo. Después se abrirá un plazo de 20 días más para el demandado, o sea para la Abogacía del Estado, para que puedan dar respuesta a estos escritos. Aquí es donde el abogado del estado tendrá que argumentar si los que han presentado el recurso están legitimados para hacerlo y si cree que no lo están, tiene que presentar en el plazo de 5 días una cuestión previa. El reloj se detiene en este punto, quedando 15 días, para que el Tribunal Supremo responda sobre la legitimidad de los recursos. Si el Supremo está de acuerdo con la tesis de la Advocacia del Estado, aquí se acaba todo y se mantienen los indultos. Si desestima sus argumentos, continúa el procedimiento. El Tribunal Supremo no tiene fecha límite para posicionar.

Le quedarían todavía 15 días a la Abogacía del Estado para responder a la demanda que han presentado Ciudadanos, Vox y el PP. Fuentes del Tribunal Supremo apuntan que todos estos trámites que empezarán el lunes, se pueden alargar hasta el mes de diciembre.

A partir de este momento se abre la posibilidad de incluir pruebas en el procedimiento. Tienen 30 días para que los recurrentes presenten pruebas como resúmenes de prensa donde puedan acreditar que los presos indultados no han dejado su actividad política. Buscan pruebas para argumentar la reincidencia.

¿Se hará vista pública?

Si se cumplen los plazos, a finales de enero podría llegar el tramo final de todo el proceso con el escrito de conclusiones o una vista pública.

Hasta ahora en ningún caso se ha tenido que recurrir a una vista pública para exponer las conclusiones de las partes, defender los argumentos y presentar ante el tribunal los recursos contra los indultos para que sean valorados.

Si no se hace la vista pública, se pasa directamente al trámite de conclusiones, donde todas las partes tendrán que presentar sus resúmenes de todo el caso de los recursos de los indultos. Este trámite también está marcado por un calendario.

Los demandantes, Ciudadanos, Vox y el PP, tienen 10 días para presentar sus conclusiones. Y después la abogacía del Estado tiene 10 días más para presentar las suyas.

La sentencia no se espera hasta finales de febrero. El Tribunal Supremo tendrá que dictar antes una providencia para señalar la resolución.

El final del proceso se calcula que será a mediados del mes de marzo.

La sala tercera podría convocar un pleno

Pero todavía hay una posibilidad de que el proceso se pueda alargar y acabe en el pleno de la sala tercera de lo contencioso administrativo. La ley prevé que avoque al pleno en casos como este. Si la mayoría simple de los magistrados de la sala formada por 32 miembros lo pide o el presidente de la sala tercera.

Dada la trascendencia de la cuestión, lo previsible es que el presidente de la sala tercera del Tribunal Supremo, César Tolosa, avoque al pleno la deliberación y resolución del recurso. También podrían forzar esta decisión 15 de los magistrados que forman la sala.

No hay ningún punto del proceso de tramitación establecido para avocar al pleno. Por lo tanto, en cualquier momento podría pasar que se convocara.

El poder de la sala tercera

Cuanta más estabilidad política, más probabilidad hay de que se mantengan los indultos. La sala tercera del Tribunal Supremo está formada por 32 magistrados expertos en cada una de las materias de lo contencioso administrativo. Es la encargada de juzgar los actos del Gobierno, como los indultos.

A pesar de basarse en criterios jurídicos, tienen muy en cuenta el contexto político. Una situación sin tensiones y encaminada al diálogo reafirmaría los indultos y el rechazo a los recursos. Pero más crispación y salidas de tono de los presos políticos, los podrían devolver a la prisión con la revocación de los indultos.

Pero no todo es blanco o negro. La sala podría entrar en un tiempo muerto, y sin mojarse ni decantarse hacia un lado u otro, podría pedir de nuevo al ejecutivo de Pedro Sánchez que volviera a formular las argumentaciones por las cuales se tienen que dar los indultos a los condenados por el procés.

Algunas fuentes hablan de un casi empate técnico ahora mismo con respecto a las posiciones sobre los indultos. Mitad del tribunal a favor de mantenerlos y mitad pensando en tumbarlos. El recurso del caso del Kamikaze prosperó con 19 votos a favor y 17 en contra.

La estabilidad política y, en este caso, cómo evolucione la mesa de diálogo serán uno de los termómetros del Tribunal Supremo antes de entrar a valorar los indultos.