El juez de vigilancia penitenciaria ha dado un permiso de seis días al presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, que le permite salir de la prisión hoy mismo.

La junta de tratamiento penitenciario informó favorablemente al permiso pedido en marzo pero la fiscalía se opuso y el proceso quedó detenido por el estado de alarma. Ahora, el juzgado de vigilancia penitenciaria ha dado el vistobueno al permiso al considerar que el presidente de Òmnium Cultural cumple los requisitos mínimos previstos en el reglamento penitenciario, como haber cumplido la primera cuarta parte de la condena y el hecho de tener "buena conducta". Además, añade que "no existen indicios de riesgo de reincidencia delictiva ni de ruptura de la condena" y establece que hay "suficientes garantías" del buen uso del permiso.

En el escrito, la junta recuerda su posicionamiento en el primer permiso, cuando alegó que tenía cumplida la primera cuarta parte de la condena, en la prisión de Lledoners, desde el 14 de enero. Sobre la conducta, apunta que los informes del equipo multidisciplinar del centro afirman que "es adaptada a la normativa regimental, con ausencia de expedientes disciplinarios, con una evolución conductual correcta en el módulo en que está ubicado".

El informe añade que desde su llegada al centro, Cuixart se relaciona de forma adecuada con varios profesionales, con los funcionarios, el resto de personal y los internos, "siendo capaz de evitar conflictos, de acompañarlos utilizando habilidades sociales y estrategias de resolución de conflictos, así como de ayudar a los compañeros del módulo siempre que puede".

El juzgado asegura también que no hay limitaciones ni condiciones en la posible concesión de permisos ordinarios de salida en la presente causa y añade que "ni la gravedad del delito ni al duración de la pena son factores que impidan la autorización judicial de permisos ordinarios de salida, ya que estos factores, por sí mismos, no impiden la concesión de permisos según la normativa penitenciaria". En este sentido, añade que tampoco "se efectúa a priori un pronóstico de peligrosidad en el condenado, ya que además de la pena de cárcel ha sido condenado a la pena de inhabilitación absoluta".

En cuanto a la asunción de los hechos delictivos que mencionaba la fiscalía en su informe de oposición, la junta hace referencia al informe del jurista donde se indica que Cuixart "reconoce los hechos probados en la sentencia, asume las consecuencias de sus actos y muestra motivación para el cambio". Establece que la frase Lo volvería a hacer "no puede sino considerarse como una mera expresión de un pensamiento ideológico-político" y, según el informe del psicólogo, "en ningún momento hace referencia a un alzamiento tumultuario, tal como se recoge a la sentencia del Tribunal Supremo, sino a la voluntad de seguir reivindicando el derecho a decidir sobre la situación de Catalunya de forma pacífica y no violenta".

La junta concluye que Cuixart reconoce los hechos delictivos pero no está conforme con la calificación jurídica y no muestra arrepentimiento, defendiendo su inocencia, "que es sin duda un pensamiento y decisión legítimos, dado que la normativa penitenciaria no impone la obligación al condenado de arrepentirse ni a que se declare culpable".

Por otra parte, apunta que la colaboración del presidente de Òmnium es "total" en todas las actividades, entrevistas con el equipo técnico y cursos, y la define como "encomiable". Reconoce que no ha seguido un tratamiento para el delito de sedición, como apunta la fiscalía, pero afirma que el centro no dispone de un programa al efecto dada la falta de antecedentes actuales y históricos sobre esta tipología delictiva. Añade que quizás el Ministerio Fiscal "lo podría haber propuesto en su día" y hubiera podido resultar una aportación práctica al tema", al mismo tiempo que recuerda que no se opuso al itinerario pautado al interno.

Rechaza también que se pretenda que Cuixart modifica sus pensamientos y voluntades y que la fiscalía pretenda equiparar la pena impuesta por delito de sedición a la de comisión de delitos violentos y degradantes, como el homicidio o agresión sexual con penetración.

Además, constata que Cuixart ha realizado un acceso previo al exterior de manera suficientemente gradual y progresiva antes de iniciar la concesión de permisos ordenadores de salida y que en todos los anteriores se han cumplido "sin incidencias y cumpliendo los objetivos pautados y previstos por el equipo técnico".

Por todo eso, aprueba el permiso de seis días al considerar que el presidente de Òmnium, "al existir suficientes garantías, hará un buen uso del permiso". Sin embargo, apunta que se hará un seguimiento "específico" del resultado del mismo y que el centro penitenciario tendrá que hacer un informe para constatar que se mantienen bajos los riesgos de reincidencia y de ruptura de la condena.