Por primera vez la Assemblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència hacían un llamamiento a la movilización en Barcelona sin coincidir con la Diada de Catalunya, y la apuesta ha resultado ser un éxito. "Queríamos dar color a las fuentes de Montjuïc y han tenido que cortar la plaza Espanya porque está llena de gente. ¡Hemos superado España! ¡la plaza, pero la hemos superado!", se felicitaba el presidente del ANC, Jordi Sànchez, con ironía.

El escenario escogido, la avenida Maria Cristina de la capital catalana, ya se había llenado antes con actos como el final de campaña de Junts pel Sí. El motivo –la defensa de los investigados por actos relacionados con el proceso– también había movilizado centenares de personas en concentraciones en municipios como Vic y Berga. Y hoy se ha demostrado que, lejos de desanimarse, el movimiento soberanista sigue decidido a salir a la calle tantas veces como haga falta. "¡Es la única manera que tenemos para conseguirlo, claro que seguiremos manifestándonos"!, explicaba Teresa, de Altafulla, que como muchos otros manifestantes se ha desplazado a Barcelona con los autobuses organizados por la ANC y Òmnium, y que llegaban hasta la parte más alta de la montaña de Montjuïc. Más de 170 autobuses han venido de todo el territorio –Calaf, la Conca de Barberà, Reus, Avinyonet, Balsareny...– hasta la primera gran cita del independentismo de todo el país en Barcelona desde el Oncz de Setembre del año pasado.

Éxito de convocatoria

La avenida Maria Cristina ha quedado pequeña. Los manifestantes, además de colapsar plaza Espanya, se han tenido que situar también detrás del escenario. En los entornos de las fuentes de Montjuïc se han reunido centenares de personas que no han conseguido situarse en la parte central del paseo. "Nos manifestaremos tantas veces cómo haga falta, pero que escojan un lugar más grande, que somos muchos", decía resignado Robert, de Miami Platja, que seguía las primeras estrofas de L'estaca desde un rincón de la avenida. 

Con la cita de hoy las entidades soberanistas pretendían, en cierta manera, poner el termómetro al independentismo y hacer visible una respuesta pacífica a los constantes ataques judiciales al proceso. "Tenemos que decidir si nos rendimps o seguimos hasta el final", expresaba Sànchez. Y la respuesta ha sido clara: "¡Lo haremos!". Dolors, del Alt Penedès, lo tenía claro: "Manifestarnos es lo mejor que podemos y sabemos hacer". Pero también hay quien, después de años movilizándose, ya tiene prisa para que el proceso llegue al final. Es el caso del Marc y Albert, de Barcelona, que han vivido la manifestación casi junto al escenario. "Está muy bien que nos podamos encontrar, pero ya hace demasiado que decimos que será la última vez", lamentaban los dos jóvenes.

Como siempre en estas ocasiones, los manifestantes se han encargado de hacer más ameno el rato previo con cánticos al ritmo de batucada. Entre el público, había también una coral independentista que nunca falla a estas citas y un numeroso grupo de motoristas que han optado por llegar haciendo sonar los cláxones y agitando estelades. Quién parece haber fallado esta vez, eso sí, es el público más joven. Sea como sea, la Guardia Urbana ha estimado en 80.000 los asistentes en una cita que habrá servido, como mínimo, para recargar pilas ante un año que se prevé convulso.