El juez Llarena ha vuelto a ver sus aspiraciones de extraditar al presidente en el exilio Carles Puigdemont frustradas. Clara Ponsatí, eurodiputada por Junts per Catalunya y actualmente en el exilio, ha avisado a Llarena que está comprando "números a una lotería que no ganará nunca".

La eurodiputada ha señalado en una entrevista en TV3 que la cruzada de Llarena no llegará a buen puerto en ningún juzgado europeo democrático. Sin embargo, el juez del Supremo no desfallece en su persecución a los políticos catalanes exiliados, en especial al presidente Puigdemont. "Cuando el presidente Puigdemont va por el mundo, el juez Llarena sale a cazarlo", ha asegurado a Ponsatí.

La eurodiputada ha reconocido que: "El problema no es solo del señor Llarena. Él forma parte del engranaje del Estado". A pesar de saber que se encuentra en punto de mira del Estado español Ponsatí ha celebrado: "Se mantiene nuestra libertad por toda Europa".

En la entrevista la eurodiputada ha dejado claras sus intenciones de volver como una persona libre en Catalunya. "Tengo claro que quiero volver a Catalunya libre. Hemos demostrado que esta es nuestra voluntad y que lucharemos por volver libres", ha sentenciado.

Nueva estocada en España

La decisión del tribunal italiano no solo es un embate a la credibilidad del juez Llarena, sino también del Estado español. Así lo comparte Carles Puigdemont, quien en una rueda de prensa posterior a su comparecencia ha advertido: "Es el momento de decir a España: basta".

Puigdemont ha pedido autocrítica en España y ha insistido en que esta vía no permitirá acabar con el conflicto: "Así no". El presidente en el exilio ha asegurado que si el Estado español insiste en la misma estrategia se seguirán estrellando; que la reputación de España quedará muy tocada y deteriorada; y que este camino no hace más que dificultar la resolución de un conflicto que es político

"Con estos tres mandatos de arresto, España no ha obtenido ninguno de sus objetivos políticos, y digo políticos porque es evidente que España utiliza el poder judicial, que es fundamental al Estado de derecho, para conseguir objetivos políticos", ha reprochado.

La experiencia de los anteriores fracasos de la justicia española de extraditarlo han hecho que el presidente Puigdemont lindara con cierta tranquilidad el nuevo intento de Llarena. "Estaba tranquilo, porque sabía que acabaría así, sin embargo, dicho esto siento lógica indignación hacia todos aquellos intentan dificultar mi trabajo", ha declarado.

 

 

Imagen principal: Clara Ponsatí y Toni Comín reciben en Carles Puigdemont a la salida del juzgado de Sassari / ACN