Pedro Sánchez arrancará este sábado en Barcelona la larga precampaña electoral del 2019 con un anuncio estatutario de lluvia de millones para inversiones en infraestructuras. El líder del PSOE, que este viernes presenta los presupuestos del Estado sin tener asegurado el apoyo para aprobarlos, busca el aval de los independentistas de ERC y el PDeCAT con la promesa de cumplir las inversiones fijadas en la Disposición Adicional 3ª del Estatuto, y nunca cumplidas. De hecho, el Estado ni siquiera ejecuta las obras que presupuesta en Catalunya. Entre el 2015 y el 20º17, sólo ha realizado el 56,05%. Eso es 1.220 millones de euros menos de los previstos.

 

La DA 3 del Estatuto establece que, durante 7 años, el gobierno español tendrá que invertir en infraestructuras en Catalunya el equivalente al peso relativo del PIB catalán hacia el estatal, que en el 2017 alcanzó el 19%. Pero a la hora de la verdad, Catalunya siempre queda muy por debajo. ¿Hará realidad Sánchez lo que no ha cumplido su antecesor del PP, Mariano Rajoy, que en marzo del 2017 prometió en un acto con empresarios en Catalunya 4.200 millones de inversiones hasta el 2020? Los antecedentes obligan a ponerlo, cuando menos, en duda. Ni siquiera el hecho que las inversiones en obra pública del Estado se consignen en los presupuestos es garantía que se materialicen.

El ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas hace público anualmente el grado de ejecución territorializado de las obras presupuestadas, sobre todo infraestructuras de transporte, a través del informe "Distribución Territorial de la inversión del sector público estatal". Las cifras correspondientes a los últimos ejercicios [ver gráfico adjunto] son contundentes: en Catalunya, el Estado no sólo ha invertido poco en obra pública sino que, además, no ha ejecutado, no ha hecho realidad, lo que ha presupuestado.

Los presupuestos del 2015, el 2016 y el 2017, contemplaron una inversión total en obras (sector público empresarial y fundacional) de 2.778.206.000 euros, pero sólo se ejecutaron 1.557.299.058, es decir un 56,05%. Luego más de 1.220 millones de euros, se quedaron sobre el papel, que, como se suele decir, lo aguanta todo.

En el 2015 se presupuestaron 895.683.000 euros, y se ejecutaron 536.256.488,49, esto es, un 59%. En el 2016, el grado de ejecución tocó fondo, con sólo un 35,6% de inversión: se presupuestaron 992.763.000 euros y se materializaron solo 353.813.210,16.

Incremento de la ejecución en el 2017

En el 2017, cuando todavía estaba caliente la promesa de Rajoy a los empresarios, el porcentaje de ejecución mejoró de forma más que notable, al alcanzar un 75%. Ahora bien: se partía del ínfimo 35,6% del presupuesto anterior y la cifra total prevista para obras en Catalunya bajó: de 992.763.000 euros a 889.760.000, de los cuales, ciertamente, se materializaron 667.229.359,34.

En el 2015, el porcentaje de ejecución de obras estatales en Catalunya, del 59,9%, se quedó por debajo de la media estatal, en un 62,4%; en el 2016 fue del 35,6% en Catalunya, también por debajo de la media española, de un 37,6%; en el 2017, el porcentaje de ejecución en Catalunya sí que superó la media estatal: un 75,0% sobre un 61,5%.

Los datos del 2018

En cuanto al año 2018, no se dispone todavía de los datos del total de las inversiones ejecutadas. Pero el ritmo de ejecución de los seis primeros meses del año, es decir, hasta el 30 de junio, se ha vuelto a situar en registros bastante bajos. En Catalunya, un 23,8%, y el conjunto del Estado, un 22,4%. En el 2017, en Catalunya se había ejecutado en la misma fecha el 29,1% del previsto; y en el 2016, uno ínfimo 13,2, mientras que en el 2015 fue de un 18,6%. Por empresas, Adif-Alta Velocidad había ejecutado el 26% de lo presupuestado hasta junio y Renfe el 39,1%; el Consorcio de la Zona Franca, con un 9,9% o RTVE con un 7,0% se situaban en la franja más baja.

Foto: Obras del AVE en la Sagrera, Barcelona / EFE