Sergi Blázquez (en la foto, segundo por la derecha) es abogado y presidente de la asociación en defensa de la dignidad del pueblo catalán Drets. Este grupo fue el impulsor del recurso a la polémica decisión de la Delegación del Gobierno español en Madrid de prohibir las esteladas en el último partido de la Copa del Rey entre el Barça y la Sevilla. 

Ahora, el número uno de esta asociación valora la resolución del juez sobre el caso, el papel del Barça y el aumento generalizado de la catalanofobia. 

El camino judicial del recurso no acabó con la anulación de la prohibición. ¿En qué punto se encuentra ahora mismo?

Cuando presentamos el recurso pedíamos una medida cautelarísima para que se suspendiera la decisión de la delegada del gobierno. Se trata de una medida cautelar muy rápida para que tuviera efecto antes del domingo y la gente pudiera llevar esteladas. Eso es lo que se ganó. Ahora, el procedimiento continúa sobre el fondo de la cuestión. Los argumentos son los mismos. Sin embargo, no asegura el éxito final del recurso.

Si acabara teniendo éxito, en un caso parecido de cara al futuro, esta sentencia podría servir de precedente. El hecho de que un juez resuelva que la estelada no provoca odio ni violencia puede ser utilizado para presentarlo como argumento ante otro juez.

Después de muchos años celebrando partidos parecidos nunca había habido una prohibición así. ¿Porque se ha hecho esta vez?

Estamos entrando en una campaña electoral y el PP lo que quiere es marcar un perfil propio. Para ellos, es un rédito electoral. Aunque les perjudique en Catalunya, van a por todas. Este es un elemento más, como la suspensión de todas las leyes que hace el Parlament de Catalunya.

Se ha hecho una cosa que nunca en la vida se había hecho, ni se había atrevido nadie, que es prohibir que la gente lleve pacíficamente las esteladas. Ahora han visto la oportunidad al celebrarse en Madrid, con la presencia del Rey, etc. Hace más de 30 o 40 años que todo el mundo va a los campos con esteladas y nunca ha pasado nada. ¿Qué ha cambiado? Es un tema muy oportunista.

Vuestro recurso tenía todo el gobierno español, Fiscalía incluida, en contra. ¿Confiabais en que triunfaría?

Cuando presentamos el recurso, sólo sabíamos de la prohibición de la Delegación del Gobierno español. Entonces, se posicionó la Fiscalía, que hace lo que le conviene al gobierno. Sabíamos que pasaría.

Nosotros estábamos convencidos de que teníamos razón. El recurso estaba muy bien fundamentado dentro de la legalidad. Se trataba de la violación de un derecho fundamental y el juez nos ha dado la razón. Teníamos muchas esperanzas porque la base era jurídica y no política.

¿Teniendo en cuenta que la Justicia ha tumbado la prohibición y la gran polémica que esta había levantado, creéis que tendría que haber dimisiones?

Viendo la contundencia del juzgado, que nos da la razón y es muy contundente contra el gobierno español, pedimos la dimisión. Por responsabilidad democrática, esta señora [Concepción Dancausa, Delegada del Gobierno en Madrid] tendría que asumir responsabilidades y presentar la dimisión. Y si no la presenta, la tendrían que cesar. Ha creado un caos y habría podido crear un gran problema donde no había ninguno.

El Barça presentó un recurso que el juzgado decidió no admitir a trámite. Así que el vuestro fue lo único que prosperó.

Si nosotros no hubiéramos hecho el recurso tal como lo hemos hecho, habría sido vigente la prohibición y no se habrían podido entrar las esteladas. Nosotros lo hicimos de manera diferente, con otro fundamento jurídico. Suerte que el nuestro se ha admitido porque el del Barça, al no aceptarse, directamente no existe.

El recurso del Barça no se ha admitido por una cuestión técnica. Una entidad jurídica no tiene los derechos fundamentales, como la libertad de expresión. Nosotros lo hicimos a través de una persona privada. El Barça seguramente también lo habría podido hacer, pero cada equipo jurídico tiene su manera de actuar. Pero lo importante es el resultado. Los dos queríamos el mismo objetivo: que se levantara la prohibición.

¿Se planteó en algún momento hacer un recurso conjunto?

Nunca. Drets actúa en defensa de los ciudadanos de Catalunya de los que se ha vulnerado los derechos. Sí que hemos tenido contactos con el Barça. Comentamos la nota de prensa del miércoles, que era importante hacerla. Pero nosotros somos sociedad civil y el Barça es el club.

Al fin y al cabo, fuimos los primeros al presentar el recurso, mucho antes de que el Barça anunciara que lo haría. No podíamos permitir que, porque el Barça tuviera dudas, eso quedara desierto. Hicimos lo mismo en el caso de demanda contra la UEFA por las multas. Primero la presentó Drets en nombre de unos afectados y, al cabo de unos meses, la Agrupació de Penyes lo hizo. Si tú no das el primer paso y tiras, puede quedar sin defensa.

¿Sabíais que el Barça lo acabaría presentando?

Nosotros le pedíamos al Barça que lo hiciera. Tenía la obligación de hacer algún tipo de acción en defensa de su masa social y de sus aficionados. Y así lo ha hecho. El Barça ha actuado bien porque tenía que actuar y lo ha hecho. Pero ellos tendrán que valorar el éxito del recurso.

En algunos estadios, sí que ha habido conflictos entre aficionados del Barça y las fuerzas de seguridad por lucir la estelada, como el caso de Mestalla en el 2014.

Si no hay ninguna orden estricta y pública, se hubieran podido crear problemas. Incluso, se habrían podido dar situaciones de desacato o atentado a la autoridad por los conflictos entre personas que la quisieran entrar y las fuerzas de seguridad.

Que el gobierno diga que habrá cacheos y controles en las puertas para buscar esteladas, es muy fuerte. Podía llevar problemas muy grandes. Cuando la orden queda desestimada, la gente sabe que puede llevar la estelada avalada por la ley. Por eso, había miles y miles de esteladas.

¿Eso ha acabado blindando el derecho a llevar la estelada entonces?

Correcto. Ha dado tranquilidad y ha hecho que la gente se sintiera blindada legalmente contra rumores de prohibición. Nosotros hicimos un llamamiento para que la gente supiera que estaba amparado por la ley y que si tenían algún problema que hicieran fotografías y nos lo hicieran llegar.

¿Recibisteis alguna incidencia?

No. En la web de Drets y personalmente hemos recibido insultos típicos, “putos catalanes”, pero ya estamos muy acostumbrados. En lo referente a la estelada, nada. La policía y los servicios de seguridad han cumplido las órdenes del juzgado. Por eso, era tan importante que el recurso prosperara.

¿La polémica de la prohibición ha acabado generando un efecto llamamiento?

Sí. La gente que tenía miedo o estaba dudosa, al final, viendo que no había problemas con las esteladas decidieron llevarlas. Así respondieron a esta medida de coacción y amenazadora de la Delegación del Gobierno. Te están coaccionando con mentiras y te ponen el miedo al cuerpo para que no la lleves.

Drets trabaja para defender la dignidad de los catalanes, así que estáis en contacto con situaciones de catalanofobia de cerca. ¿Creéis que ha aumentado?

Es indiscutible. En los últimos dos años ha aumentado mucho. Precisamente por eso nació Drets, para detener los ataques y la catalanofobia que hay. Hasta ahora, estas amenazas e insultos quedaban sin respuesta. Había impunidad para decir de todo sobre los catalanes, amenazar de tirarles bombas, de quemarles, de matarlos y no pasa nada. Por eso Drets nació, para defender los derechos de los catalanes y su dignidad como colectivo, como pueblo.

Cada vez que el procés avanza, hay una reacción en contra y crece más la catalanofobia. No se pueden cerrar los ojos y hacer ver que no pasa nada. Están cometiendo delitos tipificados en el Código Penal.

De catalanofobia siempre ha habido, pero a raíz del avance político que ha hecho el país, ahora es más fácil pueda llegar a través de las redes y los medios de comunicación. Se nota un incremento sustancial.

Después de la victoria del Barça, Twitter hervía con críticas e insultos a los catalanes. ¿Cuando las amenazas son a través de la red y desde múltiples cuentas, muchos de ellos anónimos, se puede conseguir tomar medidas?

Nosotros lo hemos hecho. Hemos presentado un montón de querellas y denuncias en la Fiscalía especial por delitos de odio. Cuando se hace desde un perfil falso, es más dificultoso poder encontrarlos y atribuir responsabilidades. Tienes que comunicar con el departamento tecnológico de los Mossos D'Esquadra para que les puedan encontrar a través de las direcciones IP's. Es complicado.

Sin embargo, hay casos graves que han acabado ante los juzgados. Por ejemplo, el caso de German Wings. Pusimos una cincuentena de denuncias por los usuarios que se mofaban de las víctimas muertas al avión y de los familiares. Algunas han tenido éxito, los han localizado y, actualmente, están en el juzgado. 

¿Qué valoración general hacéis de la situación una vez ha pasado todo?

Estamos muy satisfechos por el trabajo bien hecho. Tenemos suerte que lo hicimos a tiempo y con diligencia. Si la prohibición hubiera sido vigente, la gente se habría encontrado con problemas ante el comité Antiviolencia en el Deporte, con expedientes multas, sanciones, etc. Estamos muy satisfechos con la resolución del juez que, además, desmonta toda la argumentación de la Fiscalía y de la Delegación del Gobierno. Finalmente, podemos proteger el derecho fundamental de la libertad de expresión.