"El espíritu de Colón". En estos términos se refieren desde el PP a la manifestación de este domingo en el centro de Madrid, que con unos 45.000 asistentes —según la delegación del gobierno español— ha quedado lejos de las expectativas. La expresión establece un paralelismo con el espíritu de Ermua, el movimiento cívico que nació después del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA. "Hoy Colón ha lanzado un mensaje claro a los secesionistas y sus aliados: España no está en venta", aseguran fuentes de la dirección del partido.

A pesar del baile de cifras —Ciudadanos y el PP han elevado el listón hasta los 200.000—, las imágenes han mostrado como la plaza de Colón y sus aledaños no estaban a rebosar. No obstante, el entorno de Pablo Casado ve manipulación: "Por mucho que el gobierno español trate de manipular y minimizar la concentración de hoy, por mucho que el CIS nos diga que fueron cuatro los concentrados en Colón y utilice todas sus herramientas de manipulación por reducir lo que se ha vivido hoy, lo cierto es que en Colón se ha escuchado un clamor que le dice a Sánchez que es tiempo de elecciones".

Según los populares, la manifestación de este domingo, que ha reunido a la derecha y la extrema derecha, ha sido un punto de inflexión. "Hoy los españoles han salido a las calles para dar una lección de dignidad a Sánchez", sostiene la dirección de la formación. Y añaden: "Si todavía queda un poco de respeto en la Moncloa, el presidente del gobierno debería salir hoy mismo a pedir disculpas por sus pactos humillantes y anunciar la convocatoria de elecciones". Consideran que Sánchez "hace tiempo que perdió el respeto por la Constitución".

Desde Santander, Pedro Sánchez ha asegurado este domingo que lo que hace su gobierno es trabajar por la unidad de España, "que significa unir a los españoles y no enfrentarlos como están haciendo las derechas en la plaza de Colón hoy". "Eso no es patriotismo, es deslealtad", les ha espetado.