Crisis de Ciutadans en el País Valencià. Su diputado y exportavoz en las Cortes valencianes, Alexis Marí, y tres parlamentarios más, han anunciado que abandonan la formación y el grupo parlamentario en las Cortes. De esta forma, los diputados díscolos —que llevaban tiempo enfrentados con la dirección del partido— pasan a ser diputados no adscritos.

Con la marcha de Marí y de los parlamentarios David de Miquel, Domingo Roig y Alberto García, Ciutadans pasa de 13 a 9 diputados en la Cámara valenciana.

La marcha de estos diputados se enmarca en una grieta que se ha abierto progresivamente en el seno del partido. La gota que ha colmado el vaso, según García, ha sido el apoyo de Ciudadanos a los presupuestos generales del Estado de 2017, que según estos diputados eran "nocivos" para el territorio. La incomprensión y la obligación de lealtad ha provocado que finalmente se tomara esta drástica decisión.

Viene de lejos

En abril de este año, Ciutadans decidió destuír a Alexis Marí de su cargo de portavoz del partido en las Corts valencianas. ¿La razón? Rivera no podía soportar a un representante muy crítico con el cambio de ideario de la formación naranja y los acercamientos con el PP. Ya entonces, se marcaron grandes diferencias entre los nueve diputados fieles y los cuatro díscolos, que ahora finalmente han dejado la formación.

Desde la destitución de Marí hasta ahora, los parlamentarios de Ciutadans habían convivido en un clima de tensión, con contraposiciones de criterio incluso a la hora de ejercer el voto en las Corts. Los cuatro diputados sentían que estaban traicionando el espíritu de la candidatura electoral, por lo que han chocado en legislaciones trascendentales como la Ley de la Muerte Digna o la reforma de la Ley Electoral.

Así fue la destitución

Marí fue cesado de su cargo después de criticar la postura de su partido sobre los presupuestos generales del Estado del 2017. El diputado se había mostrado crítico con la línea política del partido, sobre todo a partir del congreso de febrero, cuando se viró hacia el liberalismo, como contó él mismo en Twitter.

Además, Marí también se mostró especialmente crítico con la política de pensamiento único y disciplina en el seno del partido. "2.200 € [el sueldo de síndic portavoz en las Corts] dan para mucho en una nómina, pero no para comprar almas", sentenció ya entonces.