"¿Es España todavía una democracia?" Así titula una nota en Facebook y en Twitter un diputado alemán del Partido Socialdemócrata de Alemania (SDP), donde cuestiona la democracia española y habla sobre la "instrumentalización de la justicia".
Wie kann es sein, dass Richter + Justiz instrumentalisiert werden über eine Frage, die Politik durch Dialog lösen sollte. #Katalonien #9N pic.twitter.com/d5RW4vEfu1
— Felix von Gruenberg (@vongruenberg) 6 de febrer de 2017
Felix von Grünberg pone en duda el juicio a Artur Mas, Joana Ortega y Irene Rigau por haber puesto las urnas el 9-N y se pregunta que cómo puede ser que los jueces y los tribunales actuen de esta manera en una materia que "se tendría que resolver por la vía política y a través del diálogo".
Haciendo un repaso sobre lo que fue el 9-N, el diputado alemán subraya que la consulta "no era vinculante" y recuerda que "la gente estuvo haciendo largas colas para votar a pesar de saber que finalmente no sería vinculante". Precisamente por eso, asegura que este hecho "fue una señal de la importancia que los catalanes dan a esta cuestión" y destaca que la "pasividad" marcó la consulta.
La (ausente) Operación Diálogo
Von Grünberg también se hace eco de la supuesta Operación Diálogo arrancada por el gobierno español, pero pone encima de la mesa que "lamentablemente, hasta ahora sólo ha sido un anuncio a los medios de comunicación" y que el supuesto objetivo del ejecutivo de Mariano Rajoy "se ha convertido en nada" porque se evita dialogar.
Eso, según su opinión, demuestra que "España no es un estado federal, sino un sistema centralizado" y pone de manifiesto que así lo escenifica el Estado tumbando muchas iniciativas del Parlament. En este punto menciona la Operación Catalunya y la falta de consecuencias que eso ha tenido para el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz.
Por todo ello, según el diputado alemán, el lunes, día del inicio del juicio por el 9-N, "se volvió a demostrar como de incapaz es el gobierno español para hacer frente a este diálogo complicado" y asegura que "cada nueva fecha de juicio hará que menos catalanes estén convencidos de que están en buenas manos en España".
Justamente por eso, emplaza a Europa a "no mirar hacia otro lado" y a "intervenir" porque "los catalanes son europeos convencidos". "No podemos permitir otro conflicto en Europa", sentencia.