Lejos de bajar las espadas, las mantienen en alto. Los primeros meses de Yolanda Díaz como vicepresidenta segunda se habían caracterizado por la reducción del ruido, por la bajada de los decibelios. Hasta que la reforma laboral hizo colmar el vaso la semana pasada. Desde entonces, mientras los socialistas tratan de calmar las aguas, la ministra de Trabajo mantiene su pulso. De poco sirvió la reunión del comité de seguimiento del acuerdo de coalición. Hoy, desde Roma, donde se encuentra de viaje oficial, ha instado al PSOE, una vez más, a aclarar hasta donde está dispuesto en la derogación de la reforma laboral de 2012, capitaneada por el gobierno Rajoy. Y ha reclamado a Sánchez que "lidere" la derogación justamente para visibilizar el compromiso.

El socio mayoritario sigue reduciéndolo todo a una cuestión simplemente de "metodología", es decir, quién se sienta en la mesa de diálogo con sindicatos y patronal y qué participación tienen el resto de ministerios afectados. Y entonces Nadia Calviño hizo el gesto de ceder el liderazgo de la iniciativa a la dirigente de Unidas Podemos. Pero este miércoles la vicepresidenta Yolanda Díaz ha vuelto a negar la mayor: el problema no es la forma, que está muy clara desde el principio, sino del contenido de la misma reforma laboral que impulsa el Gobierno. Es en su "alcance" donde están las discrepancias, aunque el PSOE y Unidas Podemos pactaron la "derogación" en su acuerdo de gobierno de coalición.

"En diciembre pactamos una reforma laboral ambiciosa para poner fin a la precariedad, la remitimos a la Comisión Europea, y ahora lo que es sorprendente es que vuelvan a mostrar discrepancias sobre el alcance de la reforma que tenemos que practicar en nuestro país", ha asegurado la ministra de Trabajo en rueda prensa desde Roma, donde ha asegurado que le gustaría que fuera el presidente Pedro Sánchez quien "liderara" esta derogación, porque significaría que todos van a una. Desde allí ha dejado claro que el problema no es la forma, porque se usa la misma que ha permitido alcanzar doce acuerdos en materia laboral (ERTE o salario mínimo, por ejemplo) en diálogo con los agentes sociales.

En este sentido, Yolanda Díaz se ha preguntado "qué ha pasado ahora" para que todo descarrile. Y ha apuntado que tiene que ver con las discrepancias sobre el alcance de esta reforma. Es por eso que pide a los ministros que discrepan que "expliciten" qué opinión tienen sobre determinados aspectos que tendría que abordar la nueva reforma laboral, desde la subcontratación hasta la actual vigencia de los convenios de empresa por encima de los convenios colectivos. "Hace demasiado tiempo que intentamos derogarla", ha lamentado la vicepresidenta segunda.

Casado presiona por matenir-la

Mientras tanto, la derecha presiona para que no se toque la reforma laboral de 2012. Hoy ha sido Pabo Casado quien ha reclamado al Gobierno que mantenga la legislación laboral aprobada por el gobierno de Marano Rajoy. En declaraciones a los medios, el líder del PP incluso ha acusado al presidente Pedro Sánchez de "ocultar" a los españoles lo que ha firmado con Europa y le ha reclamado que lo haga público. Este lunes, el jefe de la oposición ya avisó de que estaba dispuesto a movilizarse y presionar a las instituciones europeas para que no se toque la reforma laboral vigente, que considera "clave" para la recuperación económica de España.