Oriol Junqueras en el Parlament es la foto que no falta en ninguna portada de hoy, incluidas las de Madrid, pese a la sólida tradición de ignorar las imágenes que pueden estorbar el desayuno de los buenos patriotas, aunque sean noticia. Se ha hecho una cierta justicia poética: es la llamada "pena de portada" al revés. Por una vez en la vida, además, cada diario presenta una imagen diferente, de manera que si pones las portadas una al lado (o encima) de otra, el efecto es notable. Los quioscos hoy parecen una manifestación por la libertad de los presos políticos y sólo les faltaba titular Free Junqueras para redondear el efecto.

Otros detalles que llaman la atención. En El Mundo certifican que el aparato judicial del Estado juega un papel político, de oposición al gobierno español, con un titular muy elocuente: "El TC pone a prueba a Sánchez y activa la fiscalía contra Torrent". Confirmadas quedan, pues, las sospechas de que incluso el Constitucional hace la guerra al ejecutivo central y que nadie se extraña. La expresión "activa la Fiscalía" tiene mucha gracia en este contexto: da la impresión que el TC aprieta el botón de alarma contra incendios patrióticos. La Razón remacha el clavo al presentar la justicia como una especie de brazo togado de la oposición en un titular por debajo, en el que explica que Pablo Casado ha organizado un equipo jurídico para "judicializar" el pacto con ERC. El PP subcontrata la oposición a los jueces en lugar de ponerse a hacerla donde toca, que es en el Congreso y el Senado.

Son geniales. El otro día, Joan B. Culla explicaba que "sólo desde esta lógica de la venganza puede entenderse que la triple derecha haya convertido la presentación de denuncias y querellas en su principal forma de hacer política". Cabe añadir que los jueces se prestan a ello sin muchas manías y que cuentan con la tuna mediática que lo celebra —bailan todos, cogidas las manos, la misma copla.

Más. El Punt Avui titula a toda plana con la cifra que el Tribunal de Cuentas reclama a 28 miembros del Govern del 1-O, y tiene la maña de añadir la fianza que ya impuso el juzgado 13 de Barcelona a casi las mismas personas por ese mismo motivo. No se juzga dos veces la misma cosa, dice una de las generales de la ley. Tal vez no se juzga, pero sí se paga. En concreto cerca de diez millones de euros entre una y otra fianza. A cada uno de los represaliados le sale a pagar unos 358.000 euros. Por suerte, se abolió la prisión por deudas.

La última. El País explica que "la desigualdad entre regiones" es hoy la mitad que en 1955, según un estudio del ínclito Ángel de la Fuente, aquel economista que quería borrar los déficits fiscales con sus estudios sobre "territorialización" del gasto público y etcétera. Entonces le salió el estudio por la culata y este corre el mismo riesgo, porque reconoce que el reequilibrio territorial iba como un tiro en los años 60 y 70 y se frenó a partir de los 80. No vaya a ser que De La Fuente, queriendo hacer la propaganda de los beneficios del "Proyecto España", no le haya salido una operación de nostalgia del franquismo.

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