El Parlamento británico ha rechazado por tercera vez el plan de la primera ministra Theresa May para el Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Las portadas de hoy van de eso. La situación es tan compleja que incluso Jon Worth, un consultor de comunicación, ha dejado de hacer los diagramas de situación que publica desde enero, donde responde a la pregunta "y ahora qué?". Ha hecho 27 versiones. Agotado, explica a The New York Times que ya no puede seguir el ritmo.

Diarios, columnistas, tertulianos e intelectuales de estos pagos, en cambio, hace meses que se dan una fiesta con todo tipo de comentarios irónicos y despectivos sobre las penas y trabajos de Gran Bretaña. Arrancaron con un hispánico menosprecio por la decisión de David Cameron de someter a referéndum la pertenencia a la UE. Los referéndums los carga el diablo, decían —dicen— blandiendo la cabeza con ademán burlón.

El dedo en la llaga

Un periodista y un profesor de Derecho desvistieron ayer esta actitud chulita con unos sencillos tuits, que aquí se reproducen ligeramente editados. El periodista —Arturo Puente— pone el dedo en la llaga: "Me deja boquiabierto la condescendencia con que se mira el Reino Unido o Italia desde los medios españoles. Somos un país de la periferia europea incapaz de tener un debate de mínimos sobre los fallos de diseño de la UE y cómo nos impactan, pero qué risa [nos da] lo de order! order!"

El profesor –Andrés Boix– añade sal y pimienta al comentario: "No sólo es eso. Nuestra querida prensa, con su legendaria capacidad crítica, se pasa la vida criticando el Reino Unido, a Trump y a quien sea menester... mientras jalea y alaba todo el que hace el poder aquí, ¡incluso cuando hace lo mismo que Trump! (El caso del muro, por ejemplo)". Boix alude a las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla. "Además –sigue–, es grotesca nuestra obsesión con dar lecciones de democracia al Reino Unido, de cómo se trata a los indígenas en México, de estado de derecho a los jueces europeos, de cómo es el derecho alemán a los jueces de Schleswig-Holstein. Todo menos pensar que aquí, quizás...".

Se comentan solas

Boix recuerda que "cuando, hace unos años, los sospechosos habituales nos quejábamos con el rescate bancario, todo el establishment, los 'expertos', los listos oficiales y la prensa nos informaba displicente de que no teníamos ni idea y que todo se devolvería y con ganancias. No sé, quizás estaría bien que tuviéramos prensa algo más dedicada a controlar a nuestros poderes y sus acciones, en lugar de estar tan pendientes de explicarlas y justificarlas, así como de contraponerlas con los malvados e incompetentes dirigentes del pérfido extranjero".

Desde luego, esta actitud no es de hoy y no solo se aplica al Brexit. Hoy, sin embargo, haga el favor de leerte las portadas de los diarios con el espíritu de los señores Puente y Boix y tú mismo/a te harás el comentario solito/a.

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