La Diada llega a la sede de la Delegación de la Generalitat en Madrid este miércoles, sin que se espere la asistencia de ninguna autoridad española, ni de la Comunidad de Madrid, según ha sabido El Nacional. Sí estará la consellera de Presidència y portavoz del Govern, Neus Munté, que presidirá un acto donde intervendrá el delegado de la Generalitat, Ferran Mascarell. Se estima una asistencia superior a la de años anteriores, de al menos 200 personas. Entre ellas habrá diputados, senadores, diplomáticos, algún letrado del Tribunal Constitucional, magistrados del Supremo y sociedad civil.

La música y la cultura amenizarán la velada a partir de las 19h, de la mano del historiador Borja de Riquer, la cantante Monica Green y el tenor Roger Reyes. No es habitual que los miembros del Gobierno español asistan a este pequeño homenaje al Onze de Setembre en la capital del Estado. Así las cosas, el hielo permanente entre Barcelona y Madrid estará como telón de fondo del acto. Este llega pocos días después de que Mariano Rajoy evitara cualquier respuesta a la manifestación independentista o a la propuesta de referéndum del presidente, Carles Puigdemont.

Los ministros de Rajoy tampoco estarán, mientras exhiben incredulidad hacia el procés. El titular de Justicia en funciones, Rafael Catalá, aseguró que el apoyo social del independentismo no parecía que estuviera creciendo. Otros compañeros afirmaron en privado que el efecto visual de una Diada descentralizada podía generar más aforo del real. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, se alegró de que aunque hubiera menos ciudadanos, aunque "cualquiera que sea el número, siempre será excesivo cuando se trata de romper la unidad de España".

No está de acuerdo con la deriva de Rajoy de ponerse de perfil, el líder de C's, Albert Rivera. Rivera advirtió al gobierno del PP no subestimar la movilización de la Diada. Según Rivera, hay una "fractura, donde miles y miles de personas piensan de una manera que pasa por romper España y salir de la Unión Europea y no se puede minimizar, a pesar de que no se comparta", dijo en alusión a "las declaraciones de algunos". C's insiste en ofrecer una agenda de reformas con el fin de aplacar el independentismo, además de actuar judicialmente, mientras otras autoridades giran la cara.