La refundación de la DGAIA, que se ha acabado convirtiendo en la supresión de esta Dirección General y la creación de la nueva Dirección General de la Prevención y Protección de la Infancia y la Adolescencia, presentada hoy por la consellera de Drets Socials, Mónica Martínez Bravo, no supone, según ella, la "impugnación total" de su modelo, pero sí cambios importantes en la gestión. Este nos estaba en el ojo del huracán ante los escándalos que rodean al sistema, con una doble crisis que estalló a raíz del caso de una menor protegida por el Govern que durante el 2020 y 2021 fue violada por una red de pederastas y también los informes de la Sindicatura de Cuentas, así como las investigaciones llevadas a cabo por la Sindicatura de Greuges y la Oficina Antifrau.
Internalización del control de prestaciones después de la polémica
Aparte de asegurar que durante los últimos años ha habido "deficiencias" en la prevención, elemento sobre el cual quieren poner ahora el foco, la consellera Martínez también ha reconocido un exceso de externalización en algunos de los servicios, que han ido a parar en entidades del tercer sector. Estas están en el foco de la polémica después de que un extrabajador denunciara importantes irregularidades económicas que ahora investiga la Oficina Antifraude. En este sentido, Martínez ha explicado que uno de los cambios más importantes que supondrá la creación de una nueva dirección general para sustituir la DGAIA es que se internalizará el control de las prestaciones. Este estaba externalizado hasta ahora y pasará a ser competencia de la Dirección General de Prestaciones Sociales, también integrada dentro del Departament de Drets Socials.
"El tercer sector hace una tarea inmensa y son una parte fundamental del sistema de Drets Socials, pero tenemos que hacer una reflexión sobre el ámbito en que tienen que participar. Hay espacios en que creemos que ha habido una excesiva internalización como el control de prestaciones", ha resumido la consellera, anunciando su internalización: "Este es un ámbito que se tiene que reservar para las administraciones", ha añadido, para después insistir en que hay otros ámbitos, como el contacto con las familias, en que pueden hacer mejor trabajo que la administración.
Falta de recursos ante grandes retos
En todo momento, Martínez ha querido dejar claro que no se trata de una enmienda a la totalidad, defendiendo el trabajo de la DGAIA en los últimos años y sus trabajadores. Ante los problemas que esta ha ido arrastrando, sin embargo, ha manifestado que la raíz no es otra que la falta de recursos mientras los retos de la institución iban creciendo de forma excepcional: "La DGAIA no tenía los recursos humanos, tecnológicos y de gestión para hacer una gestión óptima, no era un problema de falta de voluntad". Martínez ha agradecido al Govern de ERC su trabajo y unos primeros pasos para transformar la DGAIA, que, ha lamentado, se quedaron guardados en un cajón.