El delegado del Govern en el Reino Unido e Irlanda, Sergi Marcén, y la delegada en Alemania, Marie Kapretz, han explicado este lunes cómo fueron espiados a nivel personal por el Borrellgate. En una entrevista en El Matí de Catalunya Ràdio, los delegados han confesado la "persecución ideológica" que vivieron por parte del Gobierno para intentar demostrar que promovían el independentismo.

Espías personales

"Antes del 155 tenía un espía personal, Damián, que era muy amable y no se escondía. Incluso un día hicimos bromas", ha revelado Marcén. El delegado en el Reino Unido ha explicado que se lo encontraba en todos los actos que asistía y que, además, tiene constancia de documentación que indica que se han intervenido sus comunicaciones: "Pensábamos que vivíamos en un estado de derecho que nos protegía. Saber que nos espiaban ha sido molesto y una situación desagradable. Hay una cosa que se llama la ley de protección de datos y otra que se llama privacidad que, en principio, el Estado y Borrell tendrían que proteger. Pero hay documentación que nos hace creer que han intervenido nuestras comunicaciones".

Además, Marcén ha criticado que en el informe presentado por la Abogacía del Estado haya referencias a su cuenta de Twitter personal. "Es una persecución ideológica. Hemos hecho el trabajo que nos corresponde y la que el Govern nos indica. Han pasado muchas líneas rojas", ha defendido.

Persecución en el ámbito privado

Por su parte, la delegada del gobierno en Alemania también ha relatado cómo fue espiada por el Gobierno. En su caso, buena parte de la vigilancia sobre ella se llevó a cabo cuando no tenía ningún cargo, lo que supone una gran vulneración en el ámbito privado que Kapretz denunciará pronto en los juzgados.

"En mi caso me han estado siguiendo en el tiempo del 155, cuando yo no desarrollaba ninguna función dentro de la Generalitat. Se me reprochan cosas que yo he hecho en mi tiempo privado cuando no tenía ningún tipo de cargo. Estaba cesada. Quieren hacer uso de mi actividad privada para perjudicar a la Generalitat", ha explicado.

Además, la delegada ha asegurado que hay un gran malestar en el Bundestag, el Parlamento alemán, por el supuesto espionaje y ha advertido que podría comportar grandes consecuencias diplomáticas para España.

Los dos delegados en el exterior han defendido con firmeza su trabajo y han explicado que su tarea era "promocionar Catalunya y ponerla en el mundo" y que han seguido en todo momento las indicaciones de la Generalitat. "Pensábamos que vivíamos en un estado de derecho en que se protegían todos los derechos", han lamentado.