Decenas de miles de personas —20.000 según la Policía Municipal— han salido a las calles de Bilbao este sábado para protestar contra la dispersión de los presos de ETA y reclamar sus derechos. Los manifestantes, convocados por la red ciudadana Sare, han celebrado que después de más de tres décadas, la política de alejamiento está llegando a su fin, pero al mismo tiempo han exigido a jueces y fiscales que "dejen de retorcer las leyes" y que pongan fin a todas las medidas de excepción a los presos de ETA para que puedan volver a casa. Bajo el lema 'extera bidea gertu' (el camino a casa está cerca), la marcha, encabezada por los familiares de los presos, ha recorrido, a pesar de la lluvia y del viento, las principales calles de la capital vasca y ha acabado delante el ayuntamiento, donde se ha leído el manifiesto final.

Fin de la etapa de la política de alejamiento

"Esta es la expresión de una parte importante de la sociedad vasca que pide el fin de la vulneración de derechos" de las personas presas, ha afirmado el portavoz de Sare, Joseba Azkarraga, que ha reprochado que la Fiscalía de la Audiencia Nacional "bloquee" medidas aprobadas por la administración penitenciaria vasca para algunos de los reclusos de la organización terrorista, como permisos y progresiones de grado. "Hemos ganado una larga etapa de 34 años y por fin el alejamiento ha llegado prácticamente a su fin", ha constatado Azkarraga, antes de advertir que "todavía queda un largo camino por recorrer, que es la necesidad de traerlos a casa". Ha apuntado que eso no será posible hasta que "la venganza y el odio se destierren para siempre y se utilice la ley exclusivamente para posibilitar la convivencia en este país".

En este sentido, Sare ha denunciado que todavía se apliquen leyes "que posibilitan el cumplimiento de hasta 40 años de prisión efectiva, que es tanto como decir una cadena perpetua encubierta," o que no computen las penas de prisión cumplidas en prisiones francesas. Según los cálculos de esta organización, "con la aplicación de la política penitenciaria ordinaria", el 64% de los presos, concretamente 110, "podrían estar en semilibertad o incluso en libertad condicional".

La manifestación de este año ha servido también para dar paso a "una nueva etapa" y la Asociación de familiares de presos de ETA, Etxerat, y Sare, ha podido sacar a la calle el nuevo logotipo, formado por dos flechas que indican el camino hacia casa. Así, han suprimido el antiguo mapa de Euskal Herria y han sustituido el lema 'Euskal presoak Euskal Herrira' (presos vascos en el País Vasco) por el de 'Etxera' (casa). A la manifestación han asistido el exdiputado de ERC, Joan Tardà; la expresidenta del Parlament de Catalunya, Carme Forcadell; la diputada en el Parlament, Aurora Madaula; el vicepresidente de la ANC, Jordi Pesarrodona; el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi; y el líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez. También han participado representantes de Podemos, la CUP o el BNG y miembros de varios sindicatos. El PNV y CCOO se han adherido a las reclamaciones, pero no han participado en la marcha.