La CUP dará apoyo a la cuestión de confianza del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, pero ya ha avisado de que ello no implica el apoyo a los presupuestos del Govern. "Votar esta confianza no les da carta blanca para aprobar unos presupuestos", ha sentenciado su portavoz en el Parlament, Anna Gabriel.

Esta decisión se anuncia después de que ayer el president vinculara directamente el apoyo a la cuestión y a los presupuestos, asegurando que quien no tuviera intención de aprobarlos hoy no le otorgara la confianza.

Gabriel ha matizado que no rechazan "de entrada" la posibilidad de dar apoyo a las cuentas, pero que no las votarán antes de verlas. También ha puesto condiciones de cómo tienen que ser para obtener su apoyo y se ha negado a dar el sí a unas cuentas como las que ya rechazaron en el mes de junio.

Anna Gabriel, en uno de los pasillos de la cámara / Sergi Alcàzar

Gabriel ha pedido unos presupuestos sociales, basados en la redistribución de la que riqueza, hechos para las mayorías y que "no beneficien ni protejan los intereses de las élites, muchas de ellas corruptas". Ha defendido hacer uso de los presupuestos como "una herramienta para ganar el referéndum" asociando la independencia a un proyecto de progreso y no sólo a "un cambio de banderas".

En cuanto a la confianza con el presidente, la portavoz de la CUP ha destacado que "entre dos grupos antagónicos, la confianza no es unidireccional". Según Gabriel, "es de ida, de vuelta y se tiene que construir", ya que no comparten la visión de la sociedad ni la forma de organizar los recursos.

La vía pactada es inexistente

Desde la CUP, dan por hecho que no habrá una vía pactada con el Estado español para celebrar un referéndum de independencia. "De haberla, ya estaríamos negociando la fecha" ha sentenciado Gabriel, que ha insistido en la opción de un referéndum unilateral.

Gabriel ha ido un paso más allá y ha concretado que esta consulta "no puede ser partidista" y tendría que preguntar a los ciudadanos si quieren que Catalunya se convierta en un Estado independiente con una respuesta binaria de sí o no.

Para conseguirlo, ha animado al Govern a organizar este referéndum "hasta las últimas consecuencias" y con determinación. "Estamos dispuestas a la unilateralidad y a la desobediencia", se ha ofrecido Gabriel, que ha cargado contra las "burlas y ridiculizaciones" a las que han sido sometidos por "querer ejercer la radicalidad democrática".

Hasta al final

Puigdemont ha pedido a la CUP que no añada obstáculos des de dentro porque "ya encontraremos muchos fuera". Así, ha animado a "hacer un esfuerzo y ponerse las pilas" para aprovechar la situación política actual para trabajar hacia la independencia. "Hay que utilizar los recursos que tenemos hoy aunque estén subordinados a unas leyes o tribunales injustos" ha insistido.

Sobre los presupuestos, ha asegurado que irán dirigidos a mejorar el sistema educativo y sanitario público y les ha pedido su apoyo para permitir que se debatan en el Parlament. El president también ha pedido la confianza de todo el mundo que comparta esta visión "con las legítimas discrepancias o confrontaciones" y se ha comprometido a llegar hasta el final del procés.