Las bases de la CUP dicen que sí. La formación anticapitalista inició esta misma semana un proceso asambleario para decidir si se presentaba o no a las elecciones españolas del próximo 23 de julio. Un proceso que ha incluido Asambleas Territoriales Plenarias, donde ha participado la militancia de la CUP y el resto de organizaciones que dan apoyo a la candidatura, y que ha culminado este viernes con una jornada de votación telemática. Hoy se han hecho públicos los resultados, y las bases de la CUP han apostado por repetir la experiencia del 2019 y volver a presentarse a las generales. La propuesta ha recibido el apoyo del 61% de militantes.

"Esto quiere decir que el próximo 23 de julio habrá una opción claramente independentista", ha celebrado el diputado Albert Botran, después de hacer públicos los resultados. "Nosotros no hemos escondido la estelada ni en estas elecciones municipales ni nunca. Y una opción claramente de izquierdas también estará", ha añadido, situando en el centro los derechos de los pensionistas, de los trabajadores, de las mujeres y alertando de la continuidad de la represión. Botran también ha remarcado que muchos electores se habrían quedado huérfanos si no se presentara la CUP a las elecciones españolas. "Y queremos revalidar unos buenos resultados como los de 2019", ha añadido, explicando que iniciarán ahora una ronda de contactos con agentes políticos y sociales para "mirar de recuperar la energía que nos llevó a hacer el 1-O".

A lo largo de los últimos días, el debate ha estado servido, después de que algunas corrientes internas no hayan visto con buenos ojos la experiencia que ha aportado esta legislatura en el Congreso de los Diputados. Es por eso que la consulta ha obligado los militantes a escoger si querían presentarse de nuevo a las elecciones españolas o no. Y también se les ha preguntado si, en caso de no presentarse, preferían optar por que la CUP llamara activamente a favor de la abstención o a favor del voto nulo. Finalmente, la opción del boicot electoral no ha salido adelante, y, en cambio, sí que ha tenido éxito la posición defendida por Poble Lliure de intentar continuar en el Congreso.

La experiencia del 2019 y la traba municipal

Si bien los cupaires optaron por obviar la cita a las urnas de abril del 2019, la repetición electoral de noviembre del mismo año hizo mover a la formación. La militancia tomó de nuevo la palabra y decidió hacer historia, haciendo que la CUP se presentara por primera vez a unas elecciones españolas. Los anticapitalistas justificaron esta decisión ante “un contexto cambiante, de represión y de criminalización del independentismo”, a las puertas de la publicación de la sentencia del 1-O, y con el añadido de tener “algunas fuerzas independentistas dispuestas a garantizar la gobernabilidad en el Estado español”. Las urnas otorgaron casi 250.000 votos a los cupaires y dos diputados, Mireia Vehí y Albert Botran, lejos de los resultados de ERC y Junts.

Solo dos meses después del varapalo de las elecciones municipales —en que la CUP perdió unos 40.000 votos y solo obtuvo representación en una capital de provincia, Girona—, los cupaires tendrán que volver a poner en marcha la maquinaria electoral. Ahora bien, más allá de conseguir la aprobación de las bases, no se prevé que este paso sea muy complicado porque la formación optará por la vía continuista: la voluntad es que Albert Botran vuelva a liderar la lista por Barcelona y Mireia Vehí pase a encabezar la de Girona. El resto de nombres de las cuatro demarcaciones se escogerán en los próximos días.