Una vez culminado el Procés de Garbí con el que la CUP se ha reorganizado internamente después de los batacazos electorales de los últimos años, el partido presenta este domingo una nueva imagen con logotipo renovado y empieza una era en la que espera tener un papel más importante en la política catalana desde el pragmatismo. El logotipo es similar al anterior, pero con el amarillo más oscuro, y la estelada es ahora de color negro y con una disposición diferente, situada sobre las letras. El secretario general del partido —cargo de nueva creación—, Non Casadevall, ha erigido a los cupaires en "la izquierda de verdad, la que no traiciona", en contraposición a las alternativas "domesticadas", y ha prometido un partido con una actitud más "afilada" y un proyecto "más maduro y consolidado".
Así se ha expresado el dirigente cupaire este domingo en un acto desde Capellades (Anoia), donde Casadevall ha aseverado que tienen un proyecto "claro" y que quieren liderar el "próximo embate" contra el Estado con su objetivo independentista en mente. La formación anticapitalista empieza así una nueva etapa "cargada de ambición", con un proyecto renovado, heredero de toda su historia, dicen, y que busca mantener los principios intactos, tal como han explicado desde el partido durante la concentración de esta mañana. Así, la CUP pretende "avanzar, madurar y reafirmarse" para afrontar los nuevos retos del mundo, habiendo sido el lema del día "el país cambia, la CUP se actualiza".
Las municipales de 2027, "máxima prioridad"
De esta manera, la CUP ha presentado este domingo la campaña 'Construïm el país' con la que quieren encarar las elecciones municipales de 2027 como "máxima prioridad". Las líneas que traza 'Construïm el país' acompañará toda la acción política de la organización anticapitalista hasta los comicios, marcándose el objetivo de articular luchas y proyectos concretos por todo el territorio catalán. Así, los cupaires se sienten "optimistas" de cara a entrar al Ayuntamiento de Barcelona dentro de dos años, una prueba de fuego de la cual han salido maltrechos últimamente: consiguieron concejales por primera vez en 2015 (tres), para después perderlos en 2019 al pasar de 51.000 a 29.000 votos. En 2023 se volvieron a quedar fuera del consistorio de la capital catalana, al caer a los 25.000 votos.
Ahora mismo, la joya de la corona que tienen en el ámbito municipalista es Girona, donde gobierna al alcalde Lluc Salellas (de Guanyem Girona, la apuesta de los anticapitalistas en la ciudad), y el partido aspira a revalidar la alcaldía en las municipales de 2027. En Lleida y en Tarragona, en las últimas elecciones municipales, la CUP estuvo cerca de obtener representación, si bien al final se quedaron sin, como en Barcelona. Ahora, marcan como una "máxima prioridad" poder entrar en estos consistorios. En el Congreso de los Diputados se quedaron sin representación en las últimas elecciones, mientras que en el Parlament pasaron de diez a solo cuatro escaños, habiendo sido insuficientes para investir a un Govern independentista y también para poder condicionar ahora el Govern de Salvador Illa.
Desde Capellades
Al acto en Capellades han asistido varios diputados de la CUP en el Parlament, incluida la presidenta del grupom Laia Estrada, concejales de municipios y los miembros del Secretariat Nacional. También figuras destacadas del partido como la exdiputada Anna Gabriel (2015-2017), exiliada en Suiza después del 1-O y hasta 2022; la exportavoz del grupo parlamentario Eulàlia Reguant (2021-2023) o el exdiputado Carles Riera. También había representantes de entidades de la sociedad civil independentista como la ANC, Òmnium, CIEMEN y la Intersindical.
