El consejero portavoz del Grupo Muncipal de CUP-Capgirem Barcelona del distrito de Ciutat Vella, Joan Suqué Puig Serra, ha presentado ante el consejo de distrito una proposición para que la catedral de la capital catalana se convierta en "una escuela de artes escénicas y una escuela de música municipal".

Suqué también propone, en el texto que será presentado al pleno de este jueves, crear un "economato municipal para parar el secuestro de los bienes de primera necesidad por parte del capitalismo" y convertir la plaza de delante del edificio en un "espacio de uso vecinal". Esta propuesta de los anticapitalistas llega para contrarrestar una plaza "saturada de turismo hasta un extremo insostenible" y también "debido al desuso espiritual y religioso" del espacio original.

Según el documento al que ha tenido acceso El Nacional, y que se habría presentado en los órganos del distrito, Suqué considera que la catedral actualmente no cumple la función para la que estaba destinada, sino que ha contribuido "implícita y explícitamente a la gentrificación y a la masificación turística" y a sobresaturar "el espacio y la vía pública".

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Expropiar la catedral a la Iglesia

En la propuesta de los cupaires, que ya ha sido presentada en las redes sociales a través de un vídeo crítico con el turismo en la catedral y el centro de Barcelona, el portavoz de la CUP pide también cobrar el IBI y los impuestos a la Iglesia, tal como recientemente ha sentenciado el Tribunal de Estrasburgo. En este sentido, también pide al gobierno de Colau que "asuma laicidad política" y apuesta por "expropiar y socializar forzosamente esta iglesia, que pertenece al pueblo y a la ciudad de Barcelona".

Mercaderes del templo

El documento de los anticapitalistas también tacha a la Iglesia de haber estado al servicio de "monarquías y burguesías, ejecutando y ayudando a perpetuar los procesos de acumulación por desposesión, colonización, saqueo, esclavitud, moralización y control del proletariado". Por este motivo, piden "reconvertir el espacio y abrirlo a la totalidad de las vecinas, creando espacios para a formación cultural y el consumo responsable y social de productos".

Además, reclaman "la expulsión de los mercaderes del templo y la recuperación para las clases populares del espacio", atendiendo que la Iglesia católica manifiesta en los textos sagrados su "voluntad y obligación de trabajar para quien menos tiene".