La CUP se vuelve a presentar a las elecciones generales españolas después del buen resultado de noviembre del 2019, en el que sacaron a dos diputados, y lo hacen para "plantar cara" al Estado y todos sus símbolos. Y este precisamente es su lema de cara al 23 de julio, en unos carteles donde este mensaje claro aparece acompañado de aquello que el partido considera que oprime Catalunya, según Mireia Vehí, candidata del partido por Girona. Entre estas imágenes destaca la de Felipe VI boca abajo y un torero, como lo que en las últimas semanas se ha convertido en conseller de la Generalitat del País Valencià. El partido hará actos por todo el territorio, con especial atención en la demarcación de Girona, donde el partido espera conseguir a su tercer diputado, si mantiene los dos que obtuvo en el 2019 por Barcelona. Entonces se quedaron a solo 2.000 votos de arrebatarle un escaño en los comunes y este año, con Vehí como cabeza de lista, esperan conseguirlo.

Críticas al proyecto de Yolanda Díaz

Precisamente el también diputado Albert Botran y candidato por Barcelona en estas elecciones, ha hecho un llamamiento a los votantes soberanistas de los comuns ante la tibieza de Yolanda Díaz y Sumar en todo lo que hace referencia a Catalunya y su derecho a la autodeterminación. "El veto impuesto por Yolanda Díaz a un referéndum que habían planteado los comuns y sus expresiones con una visión muy centralista de su proyecto, lejos de los particularismos autonómicos, nos parecen un paso atrás con respecto a nuestros derechos nacionales", ha advertido Botarán, dirigiéndose directamente a los votantes de los comunes que defienden el derecho a decidir. "Votar a la CUP es votar más feminismo, más ecologismo, más antimilitarismo y más autodeterminación," ha sentenciado.

La CUP "toma nota" de los llamamientos a la abstención

Botarán también ha reflexionado sobre el llamamiento a la abstención que ha hecho una parte del independentismo para estas elecciones españolas. Aunque ha asegurado que los cupaires "toman nota" sobre este toque de atención a los partidos por su falta de resultados a la hora de avanzar hacia la independencia, pero también ha remarcado que no cree que este cambio tenga mejores condiciones "después de haber perdido la fuerza a las instituciones", sino al contrario. Por eso, si bien desde la CUP consideran que el voto es una "herramienta más" y que a veces ejercerlo cambia poco las cosas, en esta ocasión, no hacerlo puede cambiarlas mucho, ya que supondría dar bastante a la derecha y ultraderecha.

En este sentido, Mireia Vehí ha advertido que "las elecciones son la pretemporada de lo que vendrá" y, por lo tanto, "habrá que tener la máxima fuerza posible". Para conseguirlo, ha considerado la cupaire, "se necesitan diputados de la CUP que defiendan aquello que ganaron los movimientos populares", desde los derechos de las mujeres, del colectivo LGTBI, medioambiental y también derechos de autodeterminación. "Estamos en un ciclo complicado y lo que se necesita son diputados y diputadas que desde la trinchera planten cara", ha concluido Vehí, que en una de sus últimas entrevistas explicó que la CUP había tenido que contratar seguridad privada en Madrid, donde trabaja.