A última hora, el lehendakari Íñigo Urkullu se ha presentado en el Monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla (La Rioja). Había amenazado con no ir a la conferencia de presidentes presencial convocada por Pedro Sánchez. Ejerciendo de PNV, finalmente ha cerrado un acuerdo económico con el Gobierno y ha ido. De esta manera, la única ausencia ha sido la del president Quim Torra, centrado en la gestión de los preocupantes rebrotes de Catalunya. El resto, ha ido todo el mundo. Incluso Felipe VI, que ha sido recibido con un "viva el Rey". La intención de La Moncloa es abordar los 140.000 millones de euros que llegarán de Europa, aunque ni siquiera han pasado documentos de trabajo a las comunidades.

En varias ocasiones, el president de la Generalitat pidió participar telemáticamente, como otros presidentes, porque estaba centrado en la gestión de los rebrotes en Catalunya. Pero La Moncloa se negó en todo momento, y no podrá participar por videoconferencia. En una carta enviada ayer a Sánchez, Torra también cargó contra la presencia del Rey en la reunión: "No nos corresponde contribuir a limpiar su imagen organizando actos vinculados a una gran crisis que ha afectado a tantísima gente en nuestro país, así como en España".

 

Sin ir más lejos, Felipe VI a duras penas ha estado media hora en el municipio de San Millán de la Cogolla. El tiempo necesario para hacerse la fotografía. Ha aparecido el último en el monasterio, como marca el protocolo, y se ha parado a saludar a cada uno de los ministros y presidentes autonómicos presentes. Acto seguido, se ha puesto en el centro de la fotografía de familia y se ha marchado antes de que empezara propiamente el encuentro.

En una intervención antes de empezar la conferencia de presidentes, Pedro Sánchez ha situado la conferencia de presidentes autonómicos como "punto de apoyo para impulsar" la recuperación económica. Ha recordado que España es "un estado descentralizado" donde los gobiernos autonómicos tienen competencias "muy importantes". Sin su "aportación", ha asegurado, "no sería posible poner en marcha el volumen de recursos económicos" necesarios para hacer frente a la reconstrucción.

La voluntad de Sánchez en este encuentro es hablar de los 140.000 millones de euros que llegarán de Europa entre transferencias directas y créditos. Sin embargo, no ha habido ningún tipo de trabajo previo antes de la reunión. La Generalitat ya ha avanzado cuáles serán sus peticiones en relación al fondo europeo de recuperación. Por una parte, desde la plaza Sant Jaume exigen fijar un objetivo de déficit del 1% para este año. Por la otra, reclaman poder gestionar hasta 30.000 de los 140.000 millones de euros que previsiblemente llegarán al Estado español. Torra y Aragonès presentaron su proyecto de reactivación económica consensuado con sindicatos y patronal.

Durante la pandemia se han celebrado 14 conferencias de presidentes telemáticas. La última conferencia presencial tuvo lugar ahora hace tres años, en enero del 2017 en el Senado, encabezada por Mariano Rajoy. En aquella ocasión no acudieron ni el president Carles Puigdemont ni el lehendakari Íñigo Urkullu. Esta vez, el líder vasco ha sabido sacar tajada.

La doble vara del PNV

Según explican desde el gobierno vasco, ha habido un acuerdo sobre la senda de déficit y la capacidad de endeudamiento "después de días de conversaciones y escritos", tanto entre el consejero y la ministra de Hacienda como entre el lehendakari Íñigo Urkullu y el presidente Pedro Sánchez. Concretamente, han acordado un objetivo de déficit del 2,6% para el País Vasco en el 2020, "después de valorar el impacto de la disminución de los ingresos". Esta cifra tendrá que ser ratificada por la comisión mixta del concierto económico, que se reunirá durante la primera quincena de septiembre. Con respecto a la deuda pública, se sitúa en el 15,9% para este año.

Este acuerdo contrasta con la posición mantenida por el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, este miércoles. "Lo único que han enviado es el protocolo. En estas circunstancias alguien puede pensar que se está buscando más la foto que ser efectivo", criticó desde el hemiciclo.