Después de las cargas policiales que sufrieron muchos votantes durante la jornada del 1-O, algunos políticos y altos cargos han decidido dimitir por no compartir los pensamientos de sus partidos o sus instituciones. Este es el caso del Senado de Tarragona, con el alcalde Josep Fèlix Ballesteros al frente, que ha pasado de 39 a 35 miembros. Este es un órgano consultivo y de opinión, que formó Ballesteros, para asesorar al alcalde en todos los ámbitos que beneficien la proyección y planificación de la Tarragona del futuro. Àngel Òdena, Joana Zaragoza, Frederic Porta y la última que ha anunciado que deja de pertenecer a este órgano, Rosa Llorach, han sido los primeros en hacerle saber al alcalde su opinión. Después de estas cuatro primeras, no se descarta que haya alguna más en los próximos días.

Pero no sólo ha habido dimisiones en este órgano, Josep M. Prats, conseller de Cultura y cuarto teniente de alcalde, también se ha marchado. El mismo camino ha seguido Josep Bargalló, comisionado del Concurs de Castells de Tarragona, que mediante un tuit en las redes sociales le ha hecho saber al alcalde Ballesteros que abandonaba su cargo. Muchas de las dimisiones han sido derivadas porque, según los afectados, el Ayuntamiento de Tarragona no se han pronunciado sobre las cargas policiales durante el 1-O.

Por otra parte, este miércoles se ha roto el pacto de gobierno del tripartito (PSC-PP-Units per Avançar).