La tensión política en Alemania por la tramitación de la euroorden contra el president Carles Puigdemont está creciendo, en un país en el que estas cuestiones no van acompañadas habitualmente de polémica y en una competencia que hace años Berlín traspasó a los lands.

Mientras el gobierno alemán querría ayudar a "desescalar" en el conflicto, tal y como le recomiendan los think tanks que lo asesoran, los partidos están entrando en discusión. Y al mismo tiempo el ejecutivo alemán quiere hacerlo sin incomodar al Gobierno, una ecuación que cada vez se ve más difícil.

El miembro de Die Linke y presidente de la izquierda transformadora europea, Gregor Gysi, ha hecho un llamamiento al gobierno alemán para que vete la extradición. "Esperemos que Alemania no esté dispuesta a convertirse en una asistente del Gobierno para encarcelar a catalanes", ha indicado a Neue Osnabrücker Zeitung. Ha advertido del riesgo que sería para Alemania "asumir la responsabilidad de una escalada violenta del conflicto y convertirse en parte implicada", y ha pedido soluciones políticas y no prisión y condenas.

En sentido opuesto, el vicepresidente de los liberales en el Bundestag, Alexander Graf Lambsdorff, ha advertido al gobierno federal que no vete la extradición si el Tribunal de Justicia de Schleswig-Holstein dictamina que es legal. "Eso sería entrar en confrontación directa con un amigo particularmente próximo, un amigo y un socio," ha indicado a Passauer Neue Presse en referencia al gobierno de Mariano Rajoy. "El veto sería una opción muy mala, incluso peor que la extradición", señala.

Die Linke está dispuesta, en cambio, a llevar a Puigdemont a visitar el Bundestag si sale en libertad en los próximos días.

El debate inverso que en España

La versión excitada que dan los medios españoles de la existencia de violencia en las acciones de los CDR y la actuación de la fiscalía española en este sentido todavía está complicando más el debate en Alemania, porque interpretan que la detención de Puigdemont ha hecho escalar la situación interna, cuando los alemanes quieren destensar.

La periodista del Kieler Nachrichten Anne Holbach señala que "existe riesgo de violencia si Madrid no presta atención a los catalanes. Los disturbios posteriores a la detención de Puigdemont pueden ser un anticipo. Cuanto más reprima el Estado a los independentistas, más radicales serán". Y remarca que España ya debería conocer lo que sucedió con ETA.