Cada vez es mayor la distancia entre Pedro Sánchez y la oposición de la derecha. Un miércoles más, en la sesión de control en el Congreso de los Diputados se ha vivido un diálogo de sordos. El presidente ha tenido que hacer frente a una nueva lluvia de reproches. Pablo Casado, citando al president Tarradellas, le ha acusado de "hacer el ridículo". Pero no sólo ha sido el líder de la oposición. A pesar de "tender la mano", el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, ha denunciado que el dirigente socialista "no está dando la talla". Ni el acercamiento a Inés Arrimadas le ha salvado. La cómoda mayoría con la que ha aprobado hasta ahora las medidas contra el coronavirus hoy está en peligro. El plan de desescalada ha naufragado.

El más contundente ha sido Casado, que ha llegado a citar al president Josep Tarradellas por una frase célebre: "En política se puede hacer de todo menos el ridículo". El líder de la oposición ha utilizado la frase para atacar a Sánchez: "Usted puede seguir haciendo el ridículo, pero no nos lo haga hacer con usted". El dirigente conservador ha reprochado que, aunque les pidan lealtad, se enteren de los planes del Gobierno por los medios de comunicación. Ha criticado que haya mentido durante toda esta crisis, de mentir a las pymes y autónomos, pero también a la OCDE, entre otros.

También se ha mostrado muy crítico Edmundo Bal: "Nosotros le tendemos la mano, pero no es un cheque en blanco". A partir de aquí, han empezado las críticas, por "haber llegado tarde" a la pandemia y haber "improvisado" las medidas de respuesta. "¿Cuándo será la fase de llamar a la oposición?", ha ironizado el diputado de Ciudadanos, que ha visto una chapuza en el plan de desescalada. "Hace falta un plan seguro y serio. Este no lo es", ha cargado. "Hoy usted no está dando la talla", ha concluido.

En su respuesta, Sánchez ha tenido dos tonos diferenciados. A Pablo Casado le ha instado a "abandonar su posición intransigente y arrimar el hombro", expresión castellana que le gusta utilizar durante las últimas semanas. También le ha garantizado que no utilizarán la crisis para recortar el Estado del bienestar, como hizo el PP. "No dejaremos a nadie atrás", ha sostenido. Con Edmundo Bal ha evitado el choque, y ha querido quedarse con la "mano tendida". También ha asumido que ha cometido errores, "como otros gobiernos del mundo y autonómicos". Y ha añadido: "Le puedo garantizar que asumo los errores del Gobierno de España en primera persona".

 

Seguimos la última hora sobre el coronavirus y sus afectaciones en Catalunya, España y el mundo