La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González, que fue el relevo de Josep Borrell, ha intentado hoy sacar responsabilidades al Gobierno por el escándalo de los 650.000 tests de coronavirus fraudulentos que había comprado, y ha culpado en una entrevista en Radio Euskadi a los intermediarios. "Hay muchos intermediarios que se presentan, nos ofrecen gangas y después evidentemente resulta que no son gangas", ha indicado.

"Especula el intermediario y especulan los productores, porque cuando hay más demanda que oferta los precios pueden subir, que es lo que está pasando ahora", ha añadido. La ministra de Exteriores ha acabado diciendo incluso que "nos tenemos que asegurar mucho de que no nos tomen el pelo".

Las declaraciones de la ministra contradicen el comunicado que ha hecho público el Ministerio de Sanidad, que da a entender que siguen negociando con exactamente los mismos productores.