Antes de que Casado subiera al atril para replicar Sánchez, una trabajadora se ha acercado a la tribuna para desinfectar el espacio, entre los aplausos de los pocos diputados presentes. La metáfora del momento. El líder del PP ha pronunciado un discurso cargado de épica, con tintes bélicos, situando España como "una nación atacada por un enemigo invisible e implacable". Y se ha comprometido con el presidente socialista a "arrimar el hombro y remar en la misma dirección", porque "amamos a España".

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El jefe de la oposición no ha desperdiciado la ocasión para volver a cargar contra el gobierno de Catalunya. "A nosotros España no nos importa un rábano", ha sentenciado, haciendo referencia a las declaraciones de hace sólo unas horas del presidente de la Generalitat, Quim Torra. Casado ha pedido a Sánchez que no le tiemble el pulso y que "el ejército se despliegue por todo el territorio sin sucumbir a presiones".

Para los populares es necesario impulsar una comisión de seguimiento en el Congreso para evaluar la evolución de la crisis sanitaria del coronavirus. Al mismo tiempo, se ha comprometido a morderse la lengua y reprimir las críticas hasta que no pase la emergencia. "Ya habrá tiempo de dirimir las negligencias", ha afirmado.

En la línea del lema de Moncloa contra el Covid-19, Este virus lo pararemos unidos, Casado ha subrayado que "esta batalla la afrontaremos juntos" y se ha comprometido a dar apoyo al PSOE en todas las medidas que adopte para combatir el coronavirus. Es en este momento que lo ha advertido que "encontrará más lealtad" en el PP "que en sus socios de gobierno e investidura". "Si ellos fallan, aquí tiene nuestros votos", ha añadido.

VOX pide la dimisión de Iglesias y Calvo

El mantra de la unidad para terminar con el virus le va como anillo al dedo a VOX para justificar su cruzada contra el estado descentralizado. Que haya un único mando que haya tomado el control de la situación, Pedro Sánchez, es para ellos una buena noticia. Óbviamente por la forma, no por la persona en cuestión. 

El portavoz de la ultraderacha, Iván Espinosa de los Monteros, ha defendido la necesidad de recentralizar las competencias en sanidad y se ha comprometido a dar apoyo al decreto de estado de alarma del gobierno PSOE-Podemos. Eso sí, no se ha ahorrado las críticas. En ese sentido ha exigido la dimisión de los vicepresidentes Pablo Iglesias y Carmen Calvo, así como la supresión de las subvenciones a los partidos políticos, sindicatos y organizaciones.