El secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull, ha anunciado esta mañana que los consellers del Govern de su partido han puesto a disposición de la formación su cargo. Así lo han decidido después de la destitución del vicepresident Jordi Puigneró y antes de la reunión de la Ejecutiva de Junts que tiene que decidir la posición del partido ante la decisión del presidente Aragonès, demostrando que tanto el partido como los consellers del Govern que lo representan van a la una. Ayer, Turull se reunió con el president de la Generalitat en Palau, y después de su encuentro consideraba que la situación de tensión que se ha producido en los últimos días se podría resolver, pero la destitución de Puigneró ha cambiado los equilibrios y que "ahora es más difícil arreglar las cosas", tal como ha reconocido en una entrevista en RAC1.

🔴 Crisis de Govern, última hora | Junts se reúne después del cese de Puigneró

Ahora, ante este nuevo contexto acelerado por la decisión de Aragonès a raíz del planteamiento que hizo Junts en el debate de política general sobre una cuestión de confianza, Turull asegura que hace falta que la Ejecutiva del partido hable y se escuche para tomar una decisión "con la cabeza y el corazón, no con el estómago", recordando porque se llegó a un acuerdo con ERC para formar Govern, que ahora denuncian que no se está cumpliendo. En este sentido, ha remarcado que "no puede ser que haya un Govern y un president que lo es por sus compromisos, y no los cumpla", reclamando más cultura de coalición, que cree que habría podido ayudar a hacer que el conflicto entre los dos partidos no se enredara tanto.

Puigneró no sabía que plantearían la cuestión de confianza

El discurso de Albert Batet, presidente del grupo en el Parlament, en Aragonès de someterse a una cuestión de confianza si no cumple el acuerdo de Governcon Junts, y que también reclama a la CUP, ha acabado provocando la destitución del máximo representante del partido dentro del Ejecutivo, al vicepresident Puigneró, de quien Turull ha destacado su lealtad al partido, pero también a Aragonès. En este sentido, el secretario general del partido ha querido dejar claro que no se le planteó al president que se someta a esta votación "sino garantías que cumplirá el acuerdo de Govern", ya que si quieren estabilidad y solidez, "la mejor manera es cumpliendo lo que se ha pactado".

Lo que también ha querido aclarar Jordi Turull es que ni Jordi Puigneró ni el resto de consellers del partido sabían que Batet plantearía esta posibilidad al president, algo que se había decidido entre él, la presidenta del partido, Laura Borràs, y el mismo Batet. Por eso, lamenta que Aragonès haya hecho cesar al vicepresident, que sabía que existía la posibilidad que se pusiera sobre la mesa la moción de confianza, en función de la respuesta del president: "Puigneró no sabía cuál sería la respuesta de Albert Batet". A la vez, también ha denunciado que ERC tampoco informara de los detalles de su apuesta por el acuerdo de claridad. Ante esta situación, Turull lo tiene claro: "No sé si ha sido un error plantear la cuestión de confianza, lo que sí que lo ha estado es destituir a Puigneró".

 

Una reunión larga con Aragonès

En este sentido, Turull no ha querido negar su sorpresa ante la decisión de Aragonès, principalmente porque después de reunirse con él durante horas, consideraba que la situación era salvable. Poco después, sin embargo, el president le hizo saber que destituiría a Puigneró y, a pesar de intentarlo convencer del contrario, así acabó siendo. Por eso, ha reconocido que se sintió "perplejo": ¿"Donde está escrito que los consellers de un Govern tengan la obligación de explicarle al president los debates de su partido político"?, ha lamentado. Ahora, Junts tiene que debatir cuál es el futuro de la formación al Ejecutivo, algo que después tendrá que ratificar la militancia, ya que también decidieron si formaban o no parte del Govern.