Con 870.000 votos, Esquerra Republicana ganó las elecciones generales del 10-N en Catalunya con una apuesta por la vía pragmática, que no ha dudado en poner en práctica a pesar de las críticas de buena parte del independentismo, encabezadas por Quim Torra. La estrategia "realista", que capitanea Oriol Junqueras desde el centro penitenciario de Lledoners vive este jueves por la tarde su primera prueba de fuego. Los 270 integrantes del Consejo Nacional de ERC deciden a esta hora si la oferta del PSOE es suficiente para facilitar la investidura de Pedro Sánchez.

La dirección confiesa en privado que no espera sorpresas y confía en que sus cuadros avalen el acuerdo alcanzado tras un mes largo de negociaciones con el PSOE. "Vale la pena intentarlo, tener confianza y que el independentismo aproveche la oportunidad", afirmaba el lunes Marta Vilalta, uno de los pesos pesados del partido e integrante del equipo negociador de los republicanos con los socialistas. Los dirigentes de ERC defenderán ante los representantes del Consell Nacional que tienen "la obligación de aprovechar la oportunidad" porque será la única manera de saber si en Madrid van en serio y que, en cualquier caso, "un nuevo engaño del Gobierno podría ser definitivo para acabar de convencer a la mayoría de catalanes que todavía no ven la independencia como la solución".

La decisión final de ERC, que se hará pública alrededor de las siete de la tarde, llega enmarcada en la enésima crisis abierta en el seno del Govern, motivada precisamente por la voluntad de los republicanos de explorar el camino del diálogo. A primera hora de esta mañana, el president Quim Torra ha trasladado al vicepresident Pere Aragonès que no asume el acuerdo al cual se ha llegado con el PSOE y le ha insistido en que cualquier pacto debe terminar con una votación sobre la independencia de Catalunya. Aunque por ahora fuentes del gobierno optan por ser prudentes, la portavoz de JxCat en el Congreso ha llegado a apuntar hoy la posibilidad de que el acuerdo ERC-PSOE provoque un adelanto electoral en Catalunya.

Diálogo entre gobiernos que acabe en una consulta

Uno de los elementos que incorpora la oferta final de los socialistas es que el pacto al que se llegue -si se llega- en la futura mesa de diálogo entre gobiernos lo acaben votando los catalanes en una consulta ciudadana. A lo largo del último mes, ambos partidos han intensificado los contactos para dar salida a las demandas de los de Junqueras para pasar del 'no' a la abstención y allanar el retorno de Sánchez a la Moncloa. La oferta inicial del PSOE pasaba para circunscribir el diálogo entre ejecutivos a la comisión bilateral Estado-Generalitat, un órgano en qué lo que se despachan son cuestiones relacionadas con las competencias transferidas. Finalmente, Sánchez y compañía han aceptado crear un nuevo espacio en el cual se sienten los presidentes catalán y español.

Los resultados que se obtengan en esta mesa de negociación, que tendría que empezar a andar una vez arranque el nuevo gobierno progresista PSOE-Podemos, serían los que se llevarían a votación, si es que las dos partes consiguen pactar un punto de encuentro entre el derecho a la autodeterminación y el respeto a la Constitución.

Para Torra, que a pesar de las discrepancias y las acusaciones de deslealtad ha evitado en todo momento descartar acabar sentándose en la mesa de negociación con el Estado, el único resultado final válido es el ejercicio de la autodeterminación. Es decir, que la votación sea sobre la independencia.

La decisión de la JEC sobre Torra y Junqueras, al margen

ERC ha optado por agendar el Consejo Nacional que debe servir para avalar definitivamente la abstención de sus 13 diputados, justo el día antes de la reunión de la Junta Electoral Central en que se tiene que decidir sobre dos aspectos clave: las inhabilitaciones de Torra como president y de Junqueras como eurodiputado.

Pase lo que pase y sea cuál sea el veredicto, fuentes de los republicanos aseguran que nada interferirá en la decisión que se adopte hoy.

Si, como todo hace prever, el Consejo Nacional da luz verde a la abstención, Pedro Sánchez será investido en segunda vuelta, es decir, el martes 7 de enero. El debate de investidura empezará este sábado a primera hora. El domingo será la primera votación, pero no fructificará porque necesita mayoría absoluta.