President y vicepresident se han reunido esta mañana durante menos de una hora para afrontar la crisis abierta a raíz del pacto de Esquerra Republicana con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez. Fuentes conocedoras del contenido de la cumbre explican que Quim Torra ha trasladado a Pere Aragonès que "el acuerdo ERC-PSOE no cuenta con su visto bueno ni lo asume como tal", que lo entiende como una alianza entre partidos. Por su parte, el líder de ERC le ha propuesto a Quim Torra hacer un frente común y defender juntos el derecho a la autodeterminación en la futura mesa de negociación entre gobiernos que los republicanos han acordado con los socialistas.

El encuentro, al cual —como adelantó ElNacional.cat se emplazaron el martes tras una contundente comparecencia pública de Junts per Catalunya para atacar a sus socios, ha sido breve. Ha arrancado a las 9 de la mañana y ha concluido poco después de las nueve y media. Una de las conclusiones principales sería que si acaba celebrándose una reunión entre gobiernos, el contenido que ahí se aborde lo determinará el conjunto del ejecutivo catalán. 

Ambos han llegado a la cita con objetivos contrapuestos. El president Torra ha querido dejar claro al número dos del ejecutivo que cualquier pacto de futuro deberá terminar con una votación por la autodeterminación, que ERC no puede negociar en nombre del gobierno de la Generalitat y le ha recordado que gobiernan en coalición. A su vez, el vicepresident Aragonès le ha expuesto más detalles de los avances en la negociación con el PSOE. Es aquí cuando le ha ofrecido hacer frente común en esta mesa entre gobiernos para defender la autodeterminación, tal como preveía el acuerdo de Govern aprobado el 22 de octubre como reacción a la sentencia del Supremo.

Asimismo, el hombre fuerte de ERC y probable futuro candidato a la presidencia ha puesto el énfasis en la consulta ciudadana prevista en el acuerdo con el PSOE para que los catalanes validen —o no— en las urnas el resultado de las conversaciones. Sobre este punto, Torra ha aclarado a Aragonès que "no se moverá" del ejercicio del derecho a la autodeterminación, el fin de la represión y la amnistía, y le ha replicado que "las negociaciones deben permitir una votación clara sobre la independencia". 

Desde el entorno del president no se esconde el malestar de Torra. Considera que Esquerra no ha sido leal, de hecho así lo manifestó públicamente el martes la líder de JxCat en el Congreso, Laura Borràs. Los de Junqueras rechazan estas acusaciones y señalan que uno de los aspectos en que más han insistido y que más les ha hecho sudar en las negociaciones con los socialistas es que reconocieran a Torra como interlocutor y que consiguieron que Sánchez le acabara telefoneando. Asimismo apuntan que en todo momento han defendido que hace falta que el president se siente y lidere el diálogo con el Estado.

Esta tarde, los republicanos reúnen su Consell Nacional, en el cual participan 270 miembros. Ahí se tomará la decisión definitiva sobre si los trece diputados de ERC en el Congreso se abstienen en la votación del pleno de investidura, facilitando así el retorno de Sánchez a la Moncloa. La direción del partido apuesta por esta vía y no prevé sorpresas de última hora.