Compromís, la principal bastante valenciana y aliada clave de Sumar, ha convocado para este lunes 23 de junio un Consejo Nacional extraordinario para someter a consulta de la militancia si la formación tiene que abandonar el grupo parlamentario de Sumar al Congreso de los Diputados y pasar al Grupo Mixto. Esta decisión llega después de semanas de tensión interna y desacuerdos con Sumar, especialmente a raíz de la negativa de la dirección estatal a registrar la comparecencia urgente del presidente Pedro Sánchez para dar explicaciones sobre el caso Koldo y la gestión de la DANA en el País Valencià.
La fractura se hizo evidente cuando, al principio de junio, una gran parte de la coalición reclamaron la ruptura con el partido de Yolanda Díaz: la mayoría de Més y Verds-Equo apostaron por la ruptura con Sumar, mientras que Iniciativa defendía mantenerse dentro de la coalición y ampliar alianzas con la izquierda estatal. La crisis se ha agravado ahora por la sensación, dentro de Més, que Sumar no respeta la autonomía de los partidos integrantes ni les permite presentar iniciativas propias o votar de manera diferenciada. Àgueda Micó, portavoz de Compromís en el Congreso, destacó que sus condiciones a Sumar se basan a poder disponer de libertad de voto y de la capacidad de interpelar y hacer preguntas al Gobierno, en una comparecencia del pasado 10 de junio.
Las peticiones de Compromís
Aparte de la cuestión de la comparecencia de Sánchez, Compromís ha trasladado a Sumar un documento con trece exigencias para reforzar la lucha contra la corrupción, especialmente después de las informaciones que apuntan a indicios de actividad ilícita de dirigentes socialistas como Santos Cerdán y José Luis Ábalos. Entre las medidas destacan la comparecencia urgente del presidente en un pleno monográfico sobre la corrupción; la creación de una comisión de investigación sobre el caso Koldo donde el PSOE no tenga la mayoría; la constitución de un Ministerio de Transparencia y Buen Gobierno que no sea gestionado por los socialistas; y la renovación y refuerzo de la ley de transparencia y la ley de partidos políticos.
Micó ha remarcado que la formación exige a Sumar libertad de voto, capacidad de interpelar y hacer preguntas al gobierno en el Pleno, y autonomía para negociar con el Ejecutivo y otros grupos parlamentarios. Estas condiciones son consideradas imprescindibles para evitar que la crisis acabe en ruptura y garantizar que Compromís pueda defender con voz propia los intereses valencianos. Con todo esto, la división interna se mantiene: mientras Més y Verds-Equo son partidarios de la ruptura, Iniciativa apuesta por continuar a Sumar y centrarse en medidas anticorrupción, presentando un paquete de propuestas al PSOE y al grupo plurinacional.
Así pues, el Consejo Nacional decidirá este lunes y, si ratifica la salida, Compromís seguiría el camino de Podem y pasará al Grupo Mixto, lo cual podría alterar el equilibrio de fuerzas a la izquierda del PSOE y debilitar el grupo plurinacional de Sumar. La decisión, como se sabe, se toma en un contexto de fuerte presión mediática y política, con el riesgo de que la crisis del PSOE acarree también la coalición valencianista. El lunes, los 237 representantes de la base militante en el Consejo Nacional tendrán la última palabra en una consulta que puede agravar el punto crítico en que se encuentra la política estatal y acelerar su quiebra.