Debate de candidatos en TV3 y Catalunya Ràdio con pregunta del millón y respuesta en el viento, como cantaba Dylan. ¿Cómo lo haréis, Xavi? ¿Cómo lo hacemos? ¿Con quién? ¿Cuándo? Una y otra vez el candidato de ERC al 26-J, Gabriel Rufián inquirió directamente a su rival de En Comú Podem, Xavier Domènech, para que aclarara en qué condiciones se realizaría el referéndum sobre el encaje o no de Catalunya en España que prometen Podemos y las confluencias. Y una y otra vez, el de los comunes aseguró que se trata de ganar al PP para construir el gobierno que tiene que hacer el referéndum -tres condiciones, por este orden- y una y otra vez evitó aclarar, como Pablo Iglesias, si el referéndum sigue siendo una línea roja en una hipotética negociación de investidura.

Fue este domingo en el debate de candidatos para el 26-J moderado -y dirigido- por la periodista Mònica Terribas y, en concreto, en el tramo final, donde se preguntó a los cabezas de lista para Madrid que expusieran sus planes sobre qué tipo de Estado quieren para Catalunya. Además de Domènech y Rufián participaron el candidato del PP, el ministro del Interior en funciones Jorge Fernández, el candidato de CDC, Francesc Homs, la del PSC, Meritxell Batet y el de C's, Juan Carlos Girauta. El tono fue en general correcto y propositivo durante las casi dos horas y media que duró el debate.

Bipolarización

A pesar de tratarse de un debate de candidatos catalanes, lo cierto es que la dinámica estatal -la pugna cada vez más abierta entre el PP y Podemos y sus confluencias, una vez confirmado el sorpasso al PSOE en todas las encuestas- se impuso en muchos momentos. Tanto Domènech como Fernández polarizaron las críticas del resto de los rivales, singularmente en las políticas económicas y sociales y en la cuestión catalana, aunque el resto no actuaron precisamente como convidados de piedra. 

Domènech concentró los ataques de Rufián y Homs sobre la viabilidad del referéndum y se defendió invocando el artículo 92 de la Constitución como vía más rápida para que Catalunya se pronuncie. Rufián -que ganó muchos enteros respecto a su debut en el debate del 20-D- le puso sobre la mesa los escollos a la vista (“el PP de Rajoy, el Ibex 35 de Albert Rivera, el PSOE de Susana Díaz...”) “Nuestra única línea roja es la soberanía llena del pueblo de Cataluña, zanjó el de ERC.

Comisión del referéndum

Homs comparó las propuestas de los comunes con las del PSOE de años atrás: “parece que todo se acabe con echar el PP del Gobierno” (“el apoyaré” de Zapatero sobrevoló el plató). El candidato de CDC planteó que se cree una comisión específica sobre el referéndum en el nuevo Congreso. Antes tuvo un fuerte encontronazo con Fernández a propósito de la consulta del 9-N -por la cual está imputado- y la independencia real de los tribunales españoles. “Me gustaría no estar aforado porque tengo las de perder en el Supremo tal y cómo está configurado”, afirmó Homs, lo que generó el momento quizás más tenso de la noche, en un debate, en general, equilibrado y de bastante buen tono.

España no se romperá

“Aquí sólo hablan los independentistas” se quejó -lo hizo más de una vez- un Jorge Fernández que aguantó bien las acometidas de todos los demás sobre la crisis y las desigualdades y la cuestión de los refugiados, en la cual insistió que España no ha acogido más por razones de seguridad (posible infiltración de yihadistas). El ministro ironizó que el procés lo ha roto todo, desde CiU a la CUP, menos España –“lo que no se romperá es España”- y prometió reforma de la financiación el 2017. Sí que aceptó reformar la Constitución, pero no para “contentar los independentistas”. “Sólo se reforma lo que se quiere conservar, sino se derroca”, advirtió.

El referéndum de Batet...

Batet, que se estrenaba en el debate, defendió con firmeza, como una opositora con la lección muy aprendida, y sin perder nunca la sonrisa, la propuesta de referéndum de los socialistas: no de independencia -la misma Terribas la forzó a la aclaración- sino de reforma federal de la Constitución.

...i la reforma Girauta

Girauta, algo más desdibujado que el resto -los debates electorales a Tv3 no son exactamente una tertulia- dio por “fracasado” el proceso, tildó de “camelo” la hoja de ruta independentista y también propuso reformar la Constitución. Entre otros cosas, para clarificar a quienes corresponde cada competencia. Todo un aviso -suave- sobre los riesgos de abrir un melón que el día que se abre será ya de piedra.