El Gobierno ha ofrecido la comisión de secretos oficiales como gran respuesta al escándalo CatalanGate de espionaje masivo al independentismo. Y rápidamente ha acelerado todos los plazos para ponerla en marcha, después de dos años de legislatura sin constituirse por el veto de la derecha al independentismo catalán y vasco. Primero Meritxell Batet hizo reformar el sistema de mayorías (de 210 a 176 diputados), después convocó un pleno extraordinario y hoy el hemiciclo le ha dado el visto bueno. Una iniciativa que, a pesar de todo, el independentismo considera del todo insuficiente. De hecho no ha impedido el voto de ERC, Junts y la CUP contra el decreto anticrisis debatido hoy, que ha acabado saliendo por la mínima e in extremis. Ha pasado en un pleno que derecha y extrema derecha han intentado crispar.

Hoy finalmente se han escogido los miembros que formarán parte de esta comisión de secretos oficiales, entre ellos dos de los espiados con el software Pegasus: Míriam Nogueras (Grupo Plural) y Albert Botran (Grupo Mixto). Por parte del independentismo, la alineación la completarán Gabriel Rufián por parte de Esquerra Republicana y Jon Iñarritu por parte de EH Bildu. También estarán Héctor Gómez (PSOE), Cuca Gamarra (PP), Iván Espinosa de los Monteros (Vox), Pablo Echenique (Unidas Podemos), Edmundo Bal (Ciudadanos) y Aitor Esteban (PNV). Los candidatos independentistas han recibido menos votos que el resto.

La derecha y la extrema derecha han intentado crispar el pleno extraordinario del Congreso. Primero lo ha hecho Inés Arrimadas, que ha calificado de "infamia" la entrada del independentismo en este órgano. La líder de Ciudadanos se ha referido a Nogueras como "emisaria de Puigdemont" y a Botran como "defensor de los CDR". Y ha remachado: "Sólo falta Jack el Destripador". La ha seguido la portavoz adjunta de Vox, Macarena Olona, que ha disparado directamente contra la presidenta Meritxell Batet para "secuestrar el Congreso". Eso ha provocado que, al final de la intervención, la presidenta de la cámara le pidiera "un poco de elegancia" y no se dirigiera a "la única persona que no puede entrar en los debates".

Comisión y dimisiones

Esta comisión se reúne siempre a puerta cerrada y está castigado por ley la difusión o publicidad de lo que pasa dentro. Allí, el Gobierno confía en que comparezca la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, para que dé explicaciones y aporte "transparencia" sobre el CatalanGate después de la "auditoría interna" iniciada por el mismo organismo de inteligencia. Pero el independentismo, y también Unidas Podemos, lo ven insuficiente y apuesta por una comisión de investigación parlamentaria, donde haya luces y taquígrafos.

Aparte, el independentismo sigue reclamando la dimisión de la ministra Margarita Robles, como hizo ayer el president Pere Aragonès, después de que la titular de Defensa justificara en sede parlamentaria el espionaje político al independentismo. Hoy el mismo presidente Pedro Sánchez ha cerrado filas con Robles. Preguntado sobre si tiene su apoyo, ha respondido de forma clara: "Por supuesto".