La comisión de investigación sobre la Operación Kitchen, que vuelve a poner al PP contra las cuerdas, sigue su camino en el Congreso de los Diputados. Con el aval de los servicios jurídicos, hoy ha pasado el primer filtro: la Mesa de la cámara baja ha calificado las dos peticiones al respecto. La primera, impulsada por los partidos independentistas y soberanistas. La segunda, impulsada por el PSOE y Unidas Podemos. Otras formaciones, como Ciudadanos, han adelantado que darán su apoyo. Por su parte, la extrema derecha de Vox tampoco cierra la puerta, a pesar de defender que a quien corresponde investigarlo es a la justicia.

Así, la comisión de investigación ha dado hoy el primer paso. Una vez se haya publicado la calificación por parte de la Mesa, la iniciativa será debatida en la Junta de Portavoces, el martes que viene, para que acuerde su inclusión en el orden del día del pleno, que es quien dará el visto bueno final a la petición. Se espera que eso pase a finales de este mes, y tendrá una mayoría asegurada de los 350 diputados que dará luz verde en la sesión del 29 de septiembre al 1 de octubre.

El sumario de la operación Kitchen que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón hizo llegar la semana pasada a las partes pone de manifiesto que durante el mandato de Mariano Rajoy, tanto el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, como su número dos, Francisco Martínez, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, impulsaron una trama para espiar e intentar robar información comprometida al extesorero del PP Luis Bárcenas.

Según el magistrado instructor, los "órganos superiores y directivos de la Administración General del Estado" crearon un "operativo parapolicial" que actuó, al margen de la ley, "al menos entre los años 2013 y 2015". Su objetivo, conseguir "material documental comprometedor de altos dirigentes" de Luis Bárcenas, extesorero del PP, y así neutralizar las amenazas políticas al gobierno de Mariano Rajoy. Se le realizaron hasta 55 seguimientos sin orden judicial, según las informaciones publicadas del sumario del caso. El principal objetivo fue su chófer, Sergio Ríos, que habría cobrado 53.000 euros para robarle documentación, entre la cual audios comprometidos.

La Fiscalía ya pide la imputación de los exministros Jorge Fernández Díaz, como máximo responsable político, y María Dolores de Cospedal, en aquel momento también secretaria general de los populares. La sombra de las cloacas también amenaza a Mariano Rajoy.

Casado, acorralado

El actual líder estatal del PP, Pablo Casado, se ha visto acorralado. Su línea de defensa ha pasado por desvincularse de la anterior dirección. En una entrevista en la COPE este lunes, Casado aseguró que "no le temblará la mano" para hacer limpieza en el partido si se demuestra alguna vinculación entre miembros de la formación y el caso Kitchen sobre espionaje pagado con fondos del Estado para tapar la financiación ilegal del PP, aunque ha circunscrito la cuestión a las etapas anteriores. "Caerá quien tenga que caer", concluyó.