Música contra la represión. Unas doscientas personas han participado hoy por la tarde en una nueva concentración ante la Jefatura Superior de la Policía Nacional en la Via Laietana de Barcelona para reclamar el cierre de este espacio de represión de la disidencia durante la dictadura de Franco y los primeros años de la democracia, como cada primer y tercer martes de cada mes desde junio del año pasado. Este martes, la Comisió de la Dignitat y la sectorial de personas represaliadas de la ANC han invitado la Coral Càrmina i Músics per la Pau, que bajo la dirección de Daniel Mestre han interpretado la Canción de los 113; creada por Carlos Santos en la prisión Modelo, y también han interpretado la Canción del Tinell, compuesta por Marcel Casellas, también sin libertad. Casellas ha relatado su experiencia, cuando fue detenido con 21 personas más el 3 de diciembre de 1981 y estuvieron diez días encerrados e interrogados en la comisaría de Via Laietana, algunos de ellos gravemente torturados, al aplicarles la ley antiterrorista. "El objetivo es que este edificio sea cedido a la Generalitat para que se convierta en un centro de interpretación y memoria de la represión", ha insistido el abogado Pep Cruanyes.
"Con tortura o sin la comisaría de Via Laietana es el terror", ha afirmado Marcel Casellas y ha relatado la experiencia vivida en su detención, dónde ha descrito las celdas del sótano como "mazmorras". Los interrogatorios eran en los pisos de arriba y Casellas ha explicado que él no fue torturado como otros compañeros, como Carles Castellanos. Lo interrogaban y le daban golpes. "Lo que más miedo me daba era no aguantar y delatar compañeros, sin embargo, por suerte los interrogatorios eran tan desencaminados, que no me costó", ha afirmado el compositor. También ha relatado que un detenido empezó a cantar el Rosinyol que vas a França, con el enfado y los golpes del carcelero de turno, pero que todos se unían y que al final, la utilizaban, con letra inventada para informar al resto de quiénes eran y si volvía algún detenido o detenida de los interrogatorios. Después de diez días los enviaron a Madrid, y delante de un magistrado un poco sordo y enfadado, que a la pregunta: ¿"Usted pone bombas?", le dijo que no, lo dejó en libertad. "La solidaridad de las personas que están en la calle es muy importante", ha asegurado Casellas.
En este sentido, la abogada y también represaliada Pilar Rebaque ha afirmado: "Somos perseguidas o espiadas y a los músicos también", y ha recordado lo que decía la policía del maestro Pau Casals, al dar conciertos en nombre de la paz y de las brigadas internacionales. El acto se ha cerrado con el grito de los nombres de los policías torturadores, como los hermanos Antonio y Vicente Creix, y el Cant dels Segadors.
Sin respuesta
Paralelamente, la comisión parlamentaria de Justicia todavía espera que la delegada del Gobierno en Catalunya, Maria Eugènia Gay, responda a su petición para visitar la comisaría y ver su estado de conservación. El diputado Jordi Orobitg (ERC) tuiteaba el 11 de marzo pasado que dieciocho días después de la petición parlamentaria todavía esperan respuesta de la delegada y afirmaba: "Institucionalmente inadmisible! ¿Hay algo que esconder"?
El Ayuntamiento de Barcelona también ha terminado un proyecto para convertir la comisaría de la Via Laietana en un espacio de defensa de los derechos humanos, que quiere consultar con los ciudadanos. Mientras tanto, el Gobierno no quiere saber nada, aunque en el 2017 el Congreso de los Diputados aprobó su cesión.
