Coalición Canaria (CC), tercera fuerza en el Archipiélago en las últimas elecciones generales, continúa con la irrisoria postura con ínfulas "centristas" y de partido con "sentido de Estado" en las investiduras del Congreso de los Diputados, intentando ser relevantes, aunque solo tienen un diputado, a costa de atacar el independentismo y los partidos de izquierdas. Después del 23-J, el panorama electoral con el mandato de la ciudadanía dividió claramente en dos bloques el parlamento español, con dos eventuales investiduras posibles para llegar a la Moncloa: por un lado, el tándem PSOE-Sumar más a los socios de gobierno habituales en la última legislatura (ERC, EH Bildu y PNV), y, por otro lado, el de la derecha, con PP y Vox. A pesar de este discreto resultado, CC no tardó en hacerse notar y aseguraron que no darían apoyo a ningún gobierno en que estuvieran Sumar o Vox, como si fueran fuerzas ni siquiera equiparables en cuanto a discurso y proyecto político, o como si el partido de extrema derecha no llevara en su programa la voluntad de eliminar la autonomía canaria —como todas las otras del Estado— que irónicamente CC gobierna. Pero algún candidato tendría que salir, y ante esta disyuntiva, la cabra tira al monte y CC tiró hacia la derecha —o mejor dicho, no se movió de donde estaba—-, y dio apoyo a la investidura de Feijóo, así como censuraron duramente una hipotética amnistía para los encausados por el Procés.

Una vez acabada la crónica de un fracaso anunciado con la investidura de Feijóo, por la falta de apoyos, Coalición Canaria viró la veleta hacia su izquierda y aseguró hace solo un par de semanas que, a pesar de estar en contra de la amnistía, estaban abiertos a Pedro Sánchez y a disposición para negociar su apoyo, a cambio de "transferir y pagar lo que se debe" en el Archipiélago. Como el PNV, también preparados para "recoger nueces", y virar el sentido del voto, en función de dónde sopla el viento y dónde caen más.

Ahora, en medio de su viraje hacia el PSOE, Coalición Canaria se ofrece abiertamente a dar el apoyo de su única diputada a la investidura de Pedro Sánchez para convertir a Junts en "un actor secundario". El presidente de Canarias y líder de CC, Fernando Clavijo, ha lanzado la propuesta este jueves, con la esperanza de que el voto afirmativo de Junts que requiere Sánchez para ser investido "deje de ser relevante". La ironía, sin embargo, es que en todo caso Sánchez necesitaría igualmente la abstención de Junts, y que esta les costaría lo mismo que les piden por su 'sí'. "España no está condenada a depender del voto de Junts", ha añadido Clavijo, con más fe que razón.

La amnistía "no es moral"

En la misma línea que ha mantenido CC sobre la hipotética ley de amnistía que el PSOE estaría negociando con el independentismo catalán a cambio de su apoyo a la investidura, el presidente canario ha vuelto a mostrar su rechazo a una medida de gracia, incidiendo en que "no es moral". Para Clavijo, una amnistía se puede llevar a cabo cuando "hay un cambio de régimen", como el que hubo en España en la Transición, o cuando se está de acuerdo que se quiere "borrar y hacer cuenta nueva" después de una guerra civil o una dictadura. Por eso, hacer una norma de este calado por "interés meramente personal o partidista", en referencia a Sánchez, y no por el interés general, no puede ser "moral".

Además, ha reprochado al PSOE no haber llevado la amnistía en su programa electoral y haberla rechazado hasta "dos días antes" de las elecciones generales del pasado 23 de julio. "Los independentistas sí que son coherentes, lo traían en su programa electoral y los votaron", ha considerado.