El grupo parlamentario de Ciudadanos, en solitario, ha registrado este jueves la petición de un pleno extraordinario, que llaman "de desbloqueo". Como ha avanzado su presidenta Inés Arrimadas en rueda de prensa en el Parlament por la mañana, dan de margen hasta el próximo martes al presidente de la cámara, Roger Torrent, para que desconvoque el pleno de investidura de Carles Puigdemont y abra una ronda de consultas. Si no, forzarán la sesión plenaria.

En el escrito dirigido al presidente del Parlament, registrado este jueves por la tarde, la formación naranja invoca el artículo 71.2 del reglamento del Parlament, que permite que, a solicitud de, como mínimo, dos grupos o de una quinta parte de los diputados -requisito que cumplen- se pueda convocar un pleno. Lo consideran necesario "ante la parálisis institucional y parlamentaria provocada por la decisión del presidente del Parlament" de proponer a Puigdemont como candidato a la investidura.

Es por eso que, si no abre una nueva ronda de consultas para buscar a un candidato alternativo, desde Ciudadanos solicitan la convocatoria "inmediata y urgente" del pleno con un único punto del orden del día: que los diferentes grupos expongan su posicionamiento "en relación con la situación de parálisis institucional creada por la decisión de poner a una persona prófuga de la justicia como candidata a la investidura".

 

Aunque, en su informe, los letrados del Parlament pusieron en manos de los grupos parlamentarios la posibilidad de impulsar un "acto equivalente" a una investidura fallida para poner en marcha el reloj, Arrimadas le ha querido dar un contenido estrictamente político. "No hay mejor transparencia que ir todos al pleno del Parlament para exponer cuál es el planteamiento de cada partido", ha defendido la líder de Ciutadans.