Los consellers que han recibido esta mañana la notificación del TSJC con el auto del Tribunal Constitucional contra la previsión de convocar el referéndum se han sorprendido por la cantidad de errores que contiene el texto.

En la lista de personas a las que el TC pide que se traslade el auto, el Alto Tribunal se equivoca con el segundo apellido de Puigdemont, y en vez de escribir "Casamajó" han escrito "Casajamó".

Un segundo error es el trato protocolario al president y a los consellers, donde el TC se vuelve a equivocar. En todos los casos habla de "excelentísimo", cuando en el caso del president debería decir "muy honorable" y para los consellers sería "honorable".

Y todavía comete un tercer error, y es que habla repetidamente de "Generalidad", un organismo inexistente. El Estatut fijó el termino "Generalitat", tanto en la versión en catalán como en la castellana.

Un cuarto error es que en el orden protocolario la interlocutoria sitúa a Neus Munté por delante de Oriol Junqueras, cuando debería constar al revés, porqué éste es el vicepresident. También es errónea la denominación de Junqueras, que es conseller de la Vicepresidència i no "titular" del departament.

Ni la suspensión

El error más curioso es que el Tribunal Constitucional llega a contradecirse a sí mismo. Cuando cita a la Conselleria de Raül Romeva utiliza la denominación que él mismo Alto Tribunal suspendió en su dia: Conselleria d'Afers Exteriors, Relacions Institucionals i Transparència. Para esquivar la suspensión del TC, al inicio de la legislatura el Govern modificó el nombre por el de Departament d'Afers i Relacions Institucionals i Exteriors i Transparència.