El partido naranja vigilará al Govern para asegurar que cumpla con la sentencia del Tribunal Supremo que confirma el 25% del castellano a las escuelas. En una rueda de prensa ante la Conselleria de Educación, el líder de Cs en el Parlament, Carlos Carrizosa, ha avisado al conseller Josep Gonzàlez-Cambray de que si sigue dando instrucciones de incumplir la sentencia del TS, irá a los tribunales.

De momento, sin embargo, Carrizosa ha avisado de que no moverá ficha ya que, como ha recordado, hay unos plazos de margen para cumplir las sentencias: "Tendremos que ver qué hace el departamento de Educación. No tenga ninguna duda que si el conseller cree que está por encima de las sentencias judiciales, Cs, en defensa de la igualdad de todos los ciudadanos, denunciará al conseller cuando lo creamos oportuno".

 

Gonzàlez-Cambray envió el miércoles una carta a los directores de los centros educativos catalanes en la cual los animaba a hacer caso omiso de la sentencia que obliga a las escuelas a impartir al menos un 25% de las clases en castellano. En el escrito, les exponía que como la decisión del Supremo es un "grave ataque" a los cimientos del modelo de escuela catalana, no tienen que hacer ningún cambio en sus proyectos, y les garantizó que el Departamento estará siempre a su lado "dando amparo" a su vocación de servidores públicos.

Cs envía una carta a Cambray

El turno de la carta hoy ha estado por parte de Cs. Antes de las declaraciones a la prensa ante la Conselleria, el partido naranja ha hecho llegar una misiva a Cambray avisándolo que la carta que envió "es propia de un régimen totalitario" y supone "un menosprecio absoluto" hacia los profesores y el sistema educativo catalán: "supone una coacción intolerable a los funcionarios".

Por escrito, Cs también insta al conseller a acatar "inmediatamente" la sentencia del TS, y lo avisa que si no lo hace, "no sólo estará arrancando un derecho fundamental a los ciudadanos de Catalunya, sino que probablemente incurrirá en responsabilidades penales", y le ha rogado que "deje de vulnerar" el derecho que tienen los padres catalanes a educar a sus hijos también en castellano.

"Usted y su Gobierno intentan con su reacción atizando el espantajo del catastrofismo lingüístico es seguir distorsionando la realidad y hurtando a la ciudadanía de Catalunya su derecho a recibir la enseñanza en las dos lenguas maternas de la mayoría de los catalanes, castellano y catalán, en una proporción razonable y equilibrada," añade el escrito.

Por último lamentan que el 25% en castellano sea, a su parecer, un porcentaje escaso, pero defienden que los tribunales hayan fijado este mínimo delante "la desobediencia de los sucesivos gobiernos de la Generalitat, que hace décadas que desobedecen las sentencias en relación con la mal llamada inmersión lingüística, que es de hecho un eufemismo equívoco para nombrar un sistema monolingüe en catalán profundamente injusto y perjudicial a nuestros hijos".