El gobierno de Mariano Rajoy recela de la convocatoria de consultas populares, también sobre las posteriores a una reforma de la Constitución. Lo exhibió el vicesecretario de organización del Partido Popular, Fernando Martínez Maíllo, cuando aseguró que los referéndums "los cargaba el diablo" tras el fracaso de Matteo Renzi en Italia. Por ese motivo, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría han protagonizado durante la sesión de control un cara a cara donde el primero le ha increpado que la democracia le pareciera "un jaleo", y la segunda le ha respondido que si tanto le importaba la reforma, asistiera a la comisión constitucional.

La pregunta de Iglesias iba orientada a testar si el ejecutivo de Rajoy haría una consulta en caso de reformar la Constitución, ahora que se ha abierto una subcomisión al respecto. "Nosotros lo pediremos igualmente con nuestros diputados, para permitir que la gente decida un cambio como el que ustedes y el PSOE hicieron solos el año 2011 con el techo de déficit sin los ciudadanos", ha dicho. El diputado de la formación morada ha vuelto con posterioridad y le ha denunciado que no se atrincherara en la carta Magna, y que no sólo se tenía que decidir dentro del Parlamento.

La ministra de Administraciones Territoriales le ha recordado que existía una comisión orientada a estos efectos, y que precisamente él era el portavoz y no asistió la semana pasada, sino que envió al líder de En Comú Podem, Xavier Domènech. "Seguramente la reforma le interesa a más gente que a su marea catalana", ha remachado Santamaría. La vicepresidenta ha cargado contra él y le ha dicho que no le diera "lecciones de democracia" a su gobierno, sino a la asamblea de su partido, acontecimiento por el cual ciertos diputados de Podemos se ausentan hace unos días.

El argumento del Gobierno sobre que una "minoría" no puede imponer su voluntad a una mayoría, tampoco en la reforma constitucional, ha sido repetido por la vicepresidenta. Así las cosas, Santamaría ha aceptado que si Iglesias lo pedía, lo tendrían que aplicar porque está estipulado así en la Constitución. Sin embargo, le ha recordado que para llevarlo a cabo, primero se tiene que llegar al acuerdo, después disolver las Cortes, luego convocarlo y volver a celebrar elecciones. Por primera vez en tiempo, Iglesias no ha reído ante los reveses del gobierno de Rajoy, como explicó este diario.

Rajoy y Esteban, también

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, y el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, también han protagonizado otro cara a cara por los referéndums. El primero ha pedido sobre las consultas locales y ha denunciado que las administraciones locales tengan que pedir apoyo al Estado para consultar a los vecinos. "¿Qué problema hay?", ha dicho Esteban. El presidente ha asegurado que siempre se habían autorizado todos, a excepción de aquellos que invadían competencias del Ejecutivo. Antes, sin embargo, ha lanzado: "Yo no le daré mi opinión sobre consultas o referéndums".