Barcelona se ha sumado a la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos con un acto reivindicativo en la plaza Universitat. Centenares de personas han encendido una vela como símbolo de homenaje a los refugiados. Es uno de los actos de la campaña "Casa nostra, casa vostra", que reclama que Catalunya sea tierra de acogida.

 

En el manifiesto fundacional se recuerda que más de 290 millones de personas han tenido que desplazarse forzosamente de su casa por conflictos armados, vulneraciones de los derechos humanos, cambio climático y pobreza. Desde el año 2000, y por culpa de las políticas europeas de blindaje de sus fronteras, más de 35.000 personas han perdido la vida intentando cruzar el mar Mediterráneo, que se ha convertido en un inmenso cementerio.

Los impulsores de la campaña critican que los estados miembros de la Unión Europea, lejos de ofrecer una solución a la situación, han restringido todavía más el paso de las personas hasta cerrar las fronteras y Europa se ha consolidado como una gran fortaleza. Además dicen que estas políticas de la UE incentivan la mortalidad y borran del mapa las vías seguras y legales.

"En el 2015, el Estado español se comprometió a recibir a 17.337 personas refugiadas en un plazo de dos años. A pesar de las pésimas condiciones en que se encuentran estas personas, este compromiso se está incumpliendo a estas alturas. De esta manera, el Gobierno español, conjuntamente con otros estados europeos, vulneran sistemáticamente el derecho internacional así como los compromisos adquiridos con la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos o la carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (UE), entre otros. El acuerdo entre UE y Turquía es un ejemplo flagrante", apunta el manifiesto.

Aunque los impulsores de la campaña reconocen que las competencias en políticas de asilo son estatales, mantienen que Catalunya y sus instituciones tienen que dar una respuesta más clara y contundente ante el mayor desplazamiento forzado de personas desde la II Guerra Mundial.

Por todo eso, piden a las instituciones catalanas que actúen "definitivamente" ante esta situación.

4.715 muertos este año en el Mediterráneo

El llamado Contador de la Vergüenza, que el Ayuntamiento de Barcelona instaló el mes de julio pasado al lado de la playa de la Barceloneta para contabilizar a las personas que mueren ahogadas en el Mediterráneo buscando refugio en Europa, marca hoy 4.715 muertos.

"No son sólo un número", reza el monumento, que incluye el marcador electrónico, que, cuando se inauguró en julio, indicaba que los muertos hasta entonces en este año habían sido 3.034.

El contador volverá a ponerse a cero, a las cero horas del próximo 1 de enero.