La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha anunciado al Congreso de los Diputados que se ha llegado a un acuerdo con el Vaticano sobre la exhumación del dictador Francisco Franco. El gobierno español y la Santa Sede coinciden en que el dictador no puede estar enterrado a La Almudena, tal como pretendía la familia.

El acuerdo tuvo lugar, según ha explicado Calvo en los pasillos del Congreso, en la reunión que mantuvieron ayer, lunes, la vicepresidenta y el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin. Calvo ha calificado el encuentro de "cordial, útil y productivo" y ha añadido que cuenta con el apoyo del cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. "Él mismo dijo el otro día que a ellos no les parece bien", ha asegurado Calvo. "Lo que hemos acordado, de manera conjunta tanto el gobierno español como la iglesia católica es encontrar una salida que obviamente no puede ser la catedral de Almudena", ha detallado la vicepresidenta.

Calvo ha argumentado de acuerdo con "la legislación vigente en España", que "el sitio donde tienen que descansar los restos tiene que ser un espacio donde no puedan producirse situaciones de enaltecimientos ni homenajes". Ha concluido afirmando que el gobierno español "tiene instrumentos" a fin de que eso se cumpla.

Ayer, lunes, Calvo mantuvo su primera reunión con el Vaticano. El encuentro se llevó a cabo con el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, que se comprometió a encontrar una solución sobre los restos de Franco.

Según ha podido saber el diario El Independiente, el gobierno de Pedro Sánchez relevó de forma sorprendente al embajador de España ante la Santa Sede tres días antes de esta reunión. Según el periódico, el gobierno de Sànchez no ha hecho públicos los motivos del cese del exembajador de España a la Santa Sede, Gerardo Ángel Bugallo Ottone. Según consta en los decretos del consejo de Ministres, publicados en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el ejecutivo le ha agradecido los "servicios prestados".