Después de que ya hayan desfilado los principales miembros del Gobierno por la campaña del PSC, este lunes ha sido el turno de la vicepresidenta tercera y ministra de Economía, Nadia Calviño, que ha protagonizado un breve acto (de menos de media hora) en forma de conversación con el candidato a la Generalitat, Salvador Illa.

En la charla, tanto Calviño como Illa han comentado de manera distendida y despreocupada la actualidad económica y sanitaria, aprovechando la más mínima ocasión para lanzar alguno que otro dardo al independentismo. Ha sido así como preguntada por el mismo Illa, Calviño ha equiparado el Brexit con el independentismo y ha situado ambos factores en el "lado equivocado de la historia".

"En un mundo tan interconectado, todo aquel que propone aislarse y salir de la Unión Europea (UE) no va en la línea de la historia. Está en el lado equivocado de la historia", ha afirmado la vicepresidenta poniendo como ejemplo el plan de coordinación europeo para las vacunas.

Illa ha aprovechado la afirmación para sentenciar: "Caminan hacia un objetivo que es la dirección contraria de cabeza donde va el mundo". En esta línea ha tildado la política del independentismo de "divisiva y confrontativa, con prioridades equivocadas". Para Illa, esto ha llevado a la "decadencia" en la convivencia, en el prestigio y en la economía. El candidato socialista ha añadido también una crítica hacia los otros partidos unionistas, acusándolos de tener "incentivos" para "seguir igual, en la confrontación."

Pandemia y vacunas

Los dos dirigentes socialistas han encontrado rincones para criticar el independentismo, también mientras hablaban de la crisis sanitaria. Calviño ha pedido dejar atrás los "proyectos vanos" para centrarse en la recuperación económica. También ha acusado al procés de haber hecho perder a Catalunya seguridad jurídica, la cual es fundamental, según ha dicho, para atraer inversiones.

Por su parte, el ya exministro de Sanidad ha puesto como ejemplo la gestión de la crisis para reivindicar formar parte de Europa y no aislarse". "Sin Europa, la gestión todavía habría sido más compleja", ha reconocido. También ha insistido en que el objetivo de tener el 70% de la población vacunada para este verano sigue siendo "viable".