La geopolítica beneficia a Rabat. Estados Unidos ha lanzado hoy un mensaje equidistante tanto a España como a Marruecos, reclamándoles que trabajen juntos para resolver la crisis en el enclave de Ceuta, donde en los últimos días han llegado unos 8.000 migrantes nadando, aunque muchos han sido devueltos a territorio marroquí.

"Damos apoyo a que tanto España como Marruecos trabajen juntos hacia una resolución", ha manifestado una de las portavoces del Departamento de Estado de EE.UU., Jalina Porter, en una rueda de prensa.

La portavoz también ha señalado que Estados Unidos está comprometido con la promoción en la región de procesos migratorios "humanos, ordenados y justos" a través de políticas bilaterales y multilaterales, así como programas para entrenar a las autoridades locales.

El conflicto entre Gaza e Israel

El tono del mensaje, que hace la misma presión a España que a Marruecos, coincide con el papel destacado que representa el país magrebí en estos momentos. Con el conflicto abierto entre Gaza e Israel, para la administración americana Marruecos es uno de los países clave para presionar a Hamás de cara a conseguir el alto el fuego que reclama Joe Biden, al lado de Egipto y los países árabes del Golfo. Los norteamericanos calculan que si articulan un frente árabe a favor del alto el fuego, pueden conseguirlo en cuestión de días, mientras negocian al mismo tiempo con Israel.

Marruecos también es importante en este aspecto, porque recientemente EE.UU. consiguió que emprendiera el reconocimiento de Israel, a cambio de avalar la visión marroquí sobre el conflicto del Sáhara. El Gobierno español se interfirió de forma patosa en esta geoestrategia cuando acogió al líder del Polisario, Brahim Gali, para una operación, según algunos observadores, y eso estaría en el origen de la crisis diplomática y migratoria actual.

Según fuentes diplomáticas, mientras que EE.UU. no se ha puesto en contacto directo con el Gobierno español en esta crisis, sí que mantienen una línea abierta permanente con Rabat, que se siente fuerte en el actual escenario.

El Gobierno de Estados Unidos no ha querido entrar en el fondo la crisis entre España y Marruecos por Ceuta, con el argumento de que se trata de un asunto bilateral entre los dos países. No ha comprado la tesis en este sentido de la Moncloa, avalada por el alto representante diplomático de la UE, Josep Borrell, de que se trata de una frontera europea.